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En Hechos Meridiano queremos invitarlas a compartir con nosotros y escuchar sus anécdotas y experiencias, porque mamá siempre nos enseña grandes lecciones.

Tres días con arrieros: “Ya llegamos compañeros...”

Monedas, bailes, folclor y danza... ambiente festivo en Ocoyoacac que mantiene viva la tradición arriera: la Danza de Arrieros del barrio de Santa María.

Escrito por: Fernanda Ortega
Arrieros de Ocoyoacac
Arrieros de Ocoyoacac | Fernanda Ortega

Son arrieros, son familia y son un orgullo mexicano.

Sábado por la tarde

Son días de carnaval, y en la plaza del pueblo hay actividades culturales alusivas. Unos hacen fila para comprar un helado, otros, esperan sentados en las sillas negras el próximo espectáculo musical, y mientras tanto, a lado de la explanada, dentro de la parroquia de San Martín Obispo, la banda empieza a entonar un jarabe con el que un grupo de cerca de 25 hombres y niños da pasos con ritmo, pasos de fe.

Se trata de la Danza de Arrieros del barrio de Santa María, la tercera danza más antigua de Ocoyoacac, fundada en 1902. En este día celebran la entrada, el acto previo a un evento tan importante como el carnaval. La intención es presentarse ante el Santo Patrono del pueblo mexiquense, tal como lo dice una de las piezas que entonan mientras bailan en filas:

Ya llegamos compañeros, vamos a hacer en nombre de Dios, Padre mío, señor San Martín, échanos tu bendición…
Arrieros entrando a la parroquia
La danza de arrieros de Santa María entrando a la Parroquia de San Martín, en Ocoyoacac | Fernanda Ortega

Hablar de las coreografías arrieras es entrar en un laberinto de coordinación y concentración. Pasos lentos, pasos rápidos, giros de un lado a otro que podrían crear confusión de no ensayar al menos un par de veces. Para eso, el grupo se reúne unas dos semanas antes de alguna presentación, así quienes recién se incorporan al grupo, pueden adaptarse con más facilidad.

Y si alguien no sabe bailar, no pasa nada porque “es una manifestación que roza lo cultural pero está más cargada hacia lo religioso”, afirma Pedro Ibarra, de 50 años, y quien lleva 45 siendo arriero. Pedro es profesor de física, química y matemáticas en el Tecnológico Regional de Toluca, y orgulloso cuenta que es tercer generación de arrieros, pues su padre y abuelo lo fueron también.

Una sonata arriera
Una orquesta entona los jarabes que los arrieros danzan. | Fernanda Ortega

Pero a todo esto, ¿cuál es el significado de esta danza?, ¿qué es ser arriero?

Es la representación del trabajo que se hacía en las grandes haciendas del Valle de México. Los danzantes se caracterizan de los distintos personajes que participaban en ellas, como hacendados, caporales, atajadores, labradores, y por supuesto, los arrieros. En siglos pasados, los arrieros eran quienes transportaban maíz, carbón o pulque a otros pueblos o ciudades para venderlos, pero debido a la expropiación de tierras, terminaron trabajando como peones para las haciendas.

“En cada cumpleaños o santo del patrón se organizaba la fiesta en la hacienda desde una noche antes, despertaban al patrón con las mañanitas, y lo invitaban a bailar y a convivir. De ahí viene la danza”, cuenta Pascual Arroyo, quien por 40 años ha danzado con los arrieros, aunque no de manera continua, debido a su trabajo como taxista.

Domingo a medio día

Llegó el Carnaval a Ocoyoacac, y el tradicional desfile está a punto de comenzar. Sobre la avenida Guadalupe Victoria, una de las más importantes del pueblo, ya se encuentran algunos carros alegóricos y jóvenes disfrazados de diversas temáticas, todos formados bajo el rayo del sol y algo impacientes por iniciar el recorrido.

Son hermanos, compañeros de viaje, son arrieros
Daniel Onofre, quien forma parte de la organización de la danza, además de encargarse de un grupo de niños arrieros, se muestra emocionado momentos antes de iniciar el carnaval. | Fernanda Ortega

En la calle Sinaloa, una de las que atraviesa la principal, se encuentra Daniel Onofre, quien desde 1982 ha sido arriero, y ahora se encarga de la organización del grupo de Santa María. Platica con sus compañeros y se muestra emocionado por empezar a danzar. Minutos después, el grupo ya se encuentra formado en cuatro filas y delante de él, en una camioneta, está la orquesta que tocará los jarabes que los arrieros bailarán por cerca de tres horas.

Daniel se pone hasta adelante del grupo, junto a su compadre Pedro, quien se persigna para que todo salga bien, y empiezan a silbar junto con otros dos hombres, para avisar a los demás que llegó el momento de danzar; al mismo tiempo, los músicos inician un jarabe, y comienza la representación.

Signo antes de iniciar, danza arriera
Pedro Ibarra, integrante de la Danza de arrieros. | Fernanda Ortega

Pasos parejos, sintonizados con las espuelas de los caporales, que, si bien la orquesta callara, sonaría melodioso. En cada extremo de la primera fila del cuadro móvil hay un atajador cargando un estandarte con las imágenes de la Asunción de Santa María, la virgen del barrio, y el señor de Chalma.

La avenida está llena de gente por las dos banquetas, algunos reconocen al grupo, otros, les estiran las manos para que les avienten algo; cerca, se escucha a una señora decirle a su hijo pequeño “primero hay que aplaudir para que te den dulces”, pues es bien sabido que todos los participantes del carnaval suelen repartir comida, alcohol, dulces e incluso utensilios de cocina.

Arrieros danzando
Los arrieros bailan alrededor de tres horas durante el recorrido del carnaval, para ellos es una muestra de fe ante Santa María. | Fernanda Ortega


El recorrido termina a las 3 en punto y esta vez no hay arrieros lesionados, pues bailar con huaraches en el pavimento caliente, debería contarse como deporte extremo. Eso sí, a unas cuadras de terminar, la camioneta de la orquesta se descompuso, así que algunos de los músicos tuvieron que tocar caminando por unos cuantos metros.

Pero la aventura dominical no acaba ahí. Media hora después, todos los arrieros de Ocoyoacac se reunirán en el atrio de la parroquia para danzar por cuatro horas más. La explanada se llena de ruedas de personas con trajes de diferentes colores. Todos hombres, pues de acuerdo con Daniel, “se necesita ‘de cajón’ ser varón” para ser arriero, además claro, de tener el ajuar correctamente portado: camisa y calzón de manta, paliacate, sombrero. morral y huaraches. El traje de los de Santa María tiene detalles azules en honor a la virgen.

Familia arriera
Danza de arrieros de Santa María, afuera de la iglesia de su barrio, después de terminar el recorrido del carnaval. | Fernanda Ortega

Pero hay un personaje que destaca de entre las vestimentas blancas con detalles de colores. Se trata del hacendado, quien porta ropa de lujo: sombrero de copa baja, camisa, faja, saco, joyería, botas largas, y un fuete. Ismael Valdés empezó como arriero, luego fue atajador y ahora es hacendado. Además de danzar, regala monedas de “oro” a la gente, simbolizando cuando el patrón repartía dádivas en las convivencias, a decir verdad, dinero que le robaba a los empleados en el año por la mala paga y explotación que había en esas épocas.

Mientras los oriundos de Santa María danzan, a uno de los costados del atrio los cocineros se encargan de preparar y repartir comida entre el grupo, invitados y familiares. Esta vez, darán 30 kilos de rellena, arroz, mole, longaniza y atole. Aquí no hay sueldos, solo reina la pura voluntad; se obtienen recursos a través de donaciones que los mayordomos solicitan, o la misma gente del barrio apoya sin que se lo pidan.

Hacendado, arriero y caporal
Hacendado, arriero y caporal, forman parte del cuadro representativo. | Fernanda Ortega

Martes por la tarde

Después de los eventos del fin de semana y de un lunes con más danzas en el atrio de la parroquia, llega el cambio de mayordomía. El grupo de arrieros se reúne ahora en la iglesia de Santa María para recibir a las 11 personas que por un año se encargarán de conseguir apoyos y organizar todo lo necesario para que las tres presentaciones anuales de los danzantes sean exitosas.

En dos filas, entran los arrieros, cargando las imágenes de Santa María y el Niño Arrierito. Después de entonar un jarabe de despedida, la mayordomía saliente agradece, incluso con lágrimas, el apoyo y pide el respaldo a los nuevos organizadores.

Cambio de mayordomía
Los santos atestiguarán el cambio de mayordomía, entre jarabes, rezos y palabras de agradecimiento. | Fernanda Ortega

Para hacer el cambio oficial, se hace una representación de la compraventa de la “Hacienda de Santa María”, los nuevos mayordomos regatean el precio a los salientes, y aceptan comprarla por $1,800 pesos. Acto seguido, todos los arrieros salen de la iglesia sin dar la espalda a las imágenes y danzan en el atrio por unos minutos.

Finalizando los jarabes, todos en procesión se dirigen a un terreno casi a los límites del barrio, a las faldas del cerro, para hacer el robo y dar por terminado el evento del carnaval. No falta mucho para que oscurezca, y ya en la parcela, Daniel, Pedro y los demás arrieros comienzan a danzar en círculos, representando el camino que sus antepasados tomaban hacia otros pueblos para mercadear, pero así como ellos no se libraban de peligros, ahora los danzantes deberán enfrentarse a hombres vestidos de mujer, quienes los revolcarán en la tierra y les despojarán de algunas de sus prendas.

El robo de los arrieros
Arrieros en el robo, perseguidos por los “ladrones”. | Fernanda Ortega

La lucha se enmarca en una gran nube café, debido a las corretizas, y los trajes que el domingo pasado eran inmaculados, ya se han percudido por completo. Ahora los ladrones dan dos vueltas al terreno y los arrieros tratarán de recuperar sus pertenencias, para después cenar todos, en ánimos de compañerismo.

Más de 120 años impulsan al grupo de arrieros de Santa María para seguir siendo parte de la identidad colectiva de Ocoyoacac, así como el reconocimiento de danzas de otras zonas del Estado de México, que incluso les han invitado a participar en sus fiestas patronales, pero la tecnología y el desinterés religioso cada vez más marcado en los jóvenes los han puesto contra las cuerdas. ¿Cómo lograrán mantenerse firmes? Eso ya lo verán a lo largo del camino.

Representación arriera
La tradición de la arriería aún se mantiene viva, sin embargo, tendrá que adaptarse a los cambios sociales que se presenten en el tiempo. | Fernanda Ortega

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Escrito por: Fernanda Ortega
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