Los gatos que habitan el Museo de Hermitage de San Petersburgo, Rusia, podrán vivir tranquilos gracias a una pequeña fortuna que heredaron en días pasados.
Los felinos recibirán una parte de la herencia que dejó un millonario francés anónimo que quedó cautivado con la belleza del museo, pero sobretodo, por los mininos.
El periódico ruso The Moscow Times reportó que el benefactor podría ser un francés llamado Christophe Batard, quien habría dividido su fortuna en tres partes: una para sus parientes cercanos, otra para una oranización francesa que protege el medio ambiente y la última para los gatos rusos. La cantidad exacta no fue revelada, pero se presume que ayudará a la manutención de los felinos por un buen tiempo.
Maria Haltunen y Mikhail Piotrovsky, secretaria de prensa y director del museo, respectivamente, aceptaron que la noticia los tomó por sorpresa, aunque se siente muy agradecidos.
“Nuestro amigo francés hizo algo muy bueno. Son buenas relaciones públicas para los gatos y para la caridad”, afirmó Piotrovsky a través de un comunicado.
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Los felinos que habitan este museo son una tradición desde hace siglos, pues, según información de CNN, habitan el recinto desde la época de la emperatriz Isabel, quien gobernó de 1741 a 1761, cuando el lugar era un palacio.
Catalina La Grande, quien heredó el trono ruso, fundó el Museo de Hermitage y nombró a los gatos como guardianes, pues les encomendó la tarea de ahuyentar a los roedores de las obras de arte.
Actualmente, son casi 50 gatos los que habitan el Hermitage y sobreviven gracias a aportaciones voluntarias y el cuidado de los trabajadores del lugar, además de que un veterinario los revisa constantemente.
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