En Queensland, Australia, una torrencial granizada llevó a que la madre de un bebé de cuatro meses lo cubriera con su cuerpo sin importar las quemaduras y moretones que le provocaron los granizos.
joven de 23 años y de nombre Fionna Simpson viajaba junto a su abuela y su hija cuando llovía, pero al no distinguir el camino decidió detenerse.
Más tarde, las bolas de granizo rompieron la ventana trasera lo que llevó a protegerse de los daños pero sin poder ayudar a su abuela.
En su cuenta de Twitter, Simpson publicó que aprendió una lección e invitó a la gente a protegerse durante la época de lluvias.
Durante la emergencia se dirigió a una casa cercana para pedir ayuda y esperar los servicios de apoyo y rescate ya que la adulta mayor sufrió graves lesiones en su brazo.