Última isla virgen de Riviera Maya sale a la venta ¿Cuánto cuesta Cayo Culebra?

Cayo Culebra es un pequeño paraíso natural que forma parte de la Riviera Maya y es considerado como la última isla realmente virgen de la región. Por lo que su puesta en venta está generando diferentes reacciones entre la comunidad local y nacional.

La última isla virgen de la Riviera Maya, Cayo Culebra, se distingue por pertenecer a una región rica en arrecifes de corales y una gran biodiversidad. No obstante, la agencia inmobiliaria iadOverseas la ha puesto a la venta como una oportunidad para construir un proyecto ecológico de turismo.

Por un precio de 68 millones de dólares, lo equivalente a más de 1,130 millones de pesos mexicanos, el futuro dueño de esta joya natural tendrá acceso a playas de arena blanca y agua turquesa. Además de tener cerca zonas arqueológicas mayas como lo es Tulum y Chichén Itzá.

Con 36 hectáreas, Cayo Culebra se ubica en la Reserva de la biosfera de Sian Ka´an, la cual es un espacio natural protegido en la costa caribeña de Quintana Roo y que en 1987 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas mantendrá control sobre la isla para asegurarse de que las actividades humanas no alteren su riqueza natural. Por esta razón, en Cayo Culebra solamente se pueden construir bungalows de madera, palapas y cabañas pequeñas. Además de que está prohibido colocar muelles.

A pesar de que puede sonar como una jugosa oferta, únicamente se puede construir en el 10% de la isla, lo que, según algunos agentes inmobiliarios, es suficiente para obtener ganancias de la inversión que representa su compra.

Esto lo hace el Gobierno con el objetivo de preservar el ecosistema natural de la región y reducir el impacto del ser humano. Esto sin importar si se trata de una obra pública o una privada, pues en ambas circunstancias las reglas son muy estrictas.

Mientras tanto, como isla virgen, el lugar se encuentra deshabitado, aunque ocasionalmente algunos tours de turistas se acercan para admirar la maravilla natural. Por lo que quien la adquiera tendrá que acostumbrarse a este tipo de visitas.