México. Primer lugar en casos de abuso sexual infantil.

Cifras alarmantes, lugares en donde suele ocurrir el delito de abuso sexual infantil y señales para reconocer a una posible víctima.

TV Azteca
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El abuso sexual infantil es una lamentable realidad y México arroja números alarmantes en la cantidad de casos que se presentan, pues según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cada año, más de 4 millones y medio de niñas y niños son víctimas de abuso sexual en el país, y de esta manera siendo el primer lugar a nivel mundial.

Por otro lado, según datos de al Aldeas Infantiles SOS y durante la pandemia de Covid-19 ese delito se ha incrementado ya que en un estudio realizado se concluyó que en 4 de cada 10 casos son cometidos por familiares de los menores o de gente cercana a su entorno. La directora general de dicha institución, Diana Rosales Espinosa, recalcó que las cifras son sólo una estimación, pues muchas de las víctimas deciden quedarse calladas y no denunciar. “Esta es sólo una estimación, porque únicamente el dos por ciento de los delitos se denuncia debido a que los niños se quedan callados por miedo, culpa o temor” mencionó.

Por otra parte, Efraín Guzmán García, coordinador nacional de Protección Infantil, explicó que seis de cada diez agresiones son ocasionados dentro de sus hogares, “donde se supone, deben estar protegidos”, pues padres, padrastros, tíos, abuelos, hermanos o vecinos figuran como los agresores. “En la primera infancia, hasta los cinco años de edad, los agresores suelen ser en un 30 por ciento los padrastros; en un 30 por ciento los abuelos y en un 40 por ciento tíos, primos, hermanos o cuidadores”, externó.

¿Cómo podemos identificar si un menor ha sido víctima de abuso sexual? Aquí te dejamos una lista de posibles indicadores para encender alerta y actuar:

  • Pesadillas u otros problemas para dormir sin una explicación
  • Parece distraído/a o distante en momentos extraños
  • Cambio repentino en el apetito (aumento o disminución)
  • Cambios repentinos de humor: ira, miedo, inseguridad o retraimiento
  • Deja “pistas” que pueden provocar una conversación sobre temas sexuales
  • Miedo nuevo o inusual a ciertas personas o lugares
  • Negarse a hablar sobre un secreto que comparte con un adulto o un niño mayor
  • Escribe, dibuja, juega o sueña con imágenes sexuales o aterradoras
  • Habla sobre un nuevo amigo mayor
  • De pronto tiene dinero, juguetes u otros regalos sin razón
  • Piensa en sí mismo/a o en su cuerpo como repulsivo, sucio o malo
  • Muestra nuevos comportamientos, lenguaje y conocimientos sexuales similares a los de los adultos
  • Tiene signos físicos de abuso sexual (estos son más raros, pero pueden incluir lo siguiente):
  • Dolor, sangrado, secreción u otro trauma físico en los genitales, en el ano o en la boca
  • Infecciones vaginales (niñas) o enfermedades de transmisión sexual
  • Dolor persistente o recurrente al orinar o defecar
  • Accidentes de humectación o suciedad no relacionados con el entrenamiento para ir al baño
  • Dificultad al tragar
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