Bonifacio es un joven muy trabajador y se dedica a bolear zapatos para ayudar a su familia, lamentablemente no le va muy bien con su negocio, pero es muy paciente, pues sabe que pronto todo va a mejorar. Boni conoce a Carolina, una vendedora ambulante que es obligada a trabajar por una banda de personas que se dedican a la explotación infantil y él toma la decisión de apoyarla. Por fortuna, las cosas entrelazan una con otra y se arregla su situación familiar, gracias a que su papá logró obtener una indemnización tras su accidente y también ayuda a esclarecer la situación de Carolina. La intercesión de San Francisco de Sales será lo que necesitan Boni y su familia para salir adelante.