Un final de Hollywood se necesitaba para abrochar una temporada tan espectacular. Fue un año redondo en la NFL, lleno de récords, momentos memorables, y unos Rams que no desaprovecharon su mejor oportunidad de volver a la cima. Aquí lo más importante del triunfo de Los Angeles ante Cincinnati.
La consolidación de Sean McVay
Ya era considerada una de las mentes maestras de la NFL. Pero le faltaba justo lo que consiguió este domingo 13 de febrero: Un anillo de Super Bowl. Un título que lo coloca de manera irrefutable como un genio del futbol americano, y de quien seguirán surgiendo alumnos que dejarán huella en este deporte.
Sean McVay aprendió de su pasado Super Bowl en donde perdió ante los Patriotas de Nueva Inglaterra. Corrigió en su segunda oportunidad y tomó decisiones que requerían de toda la serenidad y una precisión quirúrgica. No hay más dudas de que Sean McVay es el entrenador más joven en dejar una marca tan importante en la historia de la NFL.
Aaron Donald no solo es el mejor defensivo. Es quizá el mejor jugador de toda la NFL
No dejamos de escuchar a diario la importancia de que tiene Aaron Donald como uno de los defensivos de élite en la liga. Pero después de este Super Bowl vale la pena considerarlo por lo menos entre los mejores jugadores, defensivos y ofensivos, en la NFL.
Aaron Donald consiguió capturas y tacleadas en momentos cruciales para su equipo. Pero lo más importante de todo, fue quien se alzó como el gran líder cuando su quaretrback, Matthew Stafford, dejó de responder y demostró que los partidos importantes le siguen quedando grandes.
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Necesitamos más Joe Burrows en el deporte
El tipo tiene una madurez implacable. Joe Burrow tiene 25 años y las agallas para echarse al hombro a un equipo entero. Esos son la clase de mariscales de campo que van directos al Salón de la Fama, siempre y cuando los títulos lleguen, y creo que le llegarán en su momento.
El quarterback de Cincinnati recibió una captura para iniciar el último periodo, en la que se dobló la pierna de una forma macabra. Su grito de dolor lo dijo todo. Sin embargo, y a pesar de la gravedad del golpe, se levantó en unos cuantos segundos y volvió al campo para intentar llevar a su equipo hacia la corona.
Burrow no se achica ni en los momentos más turbios, ni ante los rivales más temibles. Es un verdadero monstruo, en el buen sentido de la palabra.
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La juventud de los Bengals pasó factura
Quizá este mismo equipo en dos o tres años más no hubiera cometido los errores que lo sepultaron.
El Super Bowl estaba totlamente bajo el control de Cincinnati, pero la defensa comenzó a equivocarse de manera infantil a partir de la lesión de Burrow, pero sobre todo en la serie del último touchdown del encuentro, el que le dio el triunfo a los de Los Angeles.
Matthew Stafford estaba nervioso, sus pases eran imprecisos, pero por lo menos volaron tres pañuelos en su favor, lo que le dio múltiples oportunidades de anotar, hasta que finalmente lo con siguió con un pase a Cooper Kupp, el MVP del partido, y mejor receptor de la actualidad.
Los Bengals fallaron de forma frsutrante, pero tienen demasiado futuro.
