Con el tipo de actuaciones que tuvo el sábado pasado, Memo Ochoa se ha convertido en un estandarte para la Selección Azteca. Sin embargo, para alcanzar lo más alto, tuvo que picar piedra, comer banca y superar uno que otro golpe.
Desde 2005 ha sido parte del combinado azteca, asistió a Alemania 2006, donde fue como tercer portero, Sudáfrica 2010 era su mundial, Paco Memo se mostraba sólido en el arco azteca.
Pero, Javier Aguirre decidió entregarle la confianza al “Conejo” Pérez, su sueño de ser titular en copa del mundo tendría que esperar cuatro largos años.
En ese lapso, Ochoa decidió ponerse a prueba, con el objetivo claro, emigró a Europa, el Ajaccio alcanzó el rose internacional que tanto anhelaba.
Ochoa y Jesús Corona eran los dos punteros para defender el arco en Brasil 2014, pero Miguel Herrera, técnico nacional en ese entonces se inclinó por memo, quien tuvo un mundial espectacular frente al anfitrión.
Aquella noche en la ciudad de Fortaleza paró todo, ese partido Memo lo calificó como el partido de su vida.
“El partido perfecto, el marco ideal contra brasil en su casa, en Copa del Mundo”, declaró Ochoa a Azteca Deportes, luego del empate histórico ante Brasil en 2014.
El objetivo se cumplió y la espera terminó: “Si claro, todo ayuda no era lo ideal, el proceso con Miguel (Herrera)fue distinto, fue menos tiempo, menos tiempo, pero nunca dudé de mi capacidad, siempre sabia que podía aportarle a la selección, me aleje de los medios me mantuve fuera, me mantuve trabajando y hoy están los resultados y mi familia está contenta”.
Pocos guardametas puedes decir que han jugado prácticamente todo con la camiseta mexicana, Confederaciones, Copa Oro, Copa América, eliminatorias y por supuesto mundiales.