Policías y futbolistas nunca es una buena combinación. El resultado de la suma de ambos factores suele ser uno nada más: escándalo. Y justo eso es lo que está pasando con la Juventus. En un año de turbulencia por la eliminación en la Champions y estar a 10 puntos del Inter de Milán en la lucha por el título local, varios futbolistas del club se vieron inmiscuidos en una reunión que violó los protocolos sanitarios de Italia.
Dicha cena debió ser interrumpida por la policía local, y es que, en el evento realizado en la casa de Weston McKennie, había más de 20 personas, entre ellas el argentino Paulo Dybala y el brasileño Arthur. La cantidad de personas excedía las permitidas por el protocolo sanitario y, además, tampoco se respetó el horario del toque de queda impuesto ante la emergencia sanitaria.
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Los vecinos del futbolista estadounidense, levantaron un reporte ante las autoridades. Los elementos enviados por la comisaría debieron forzar la puerta para ingresar al domicilio y dar por terminada la reunión alrededor de las 11:30 de la noche. En ese momento, solamente permanecían 10 de los invitados y todos fueron multados por las fuerzas del orden.
Por si fuera poco, la irresponsabilidad de estos tres jugadores llega cuando en la Juventus se han contagiado por Covid-19 el turco Merih Demiral y Leonardo Bonucci. La Vecchia Signora del Calcio ha decidido multar económicamente a sus tres futbolistas, pero no habrá sanción deportiva para ellos.
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