Los días parecen estar contados para Kyrie Irving en Brooklyn. El talentoso pero polémico basquetbolista de 30 años tendría la intención de abandonar el barco de los Nets para romper el tridente junto a Kevin Durant y Ben Simmons (ni siquiera han jugado un minuto juntos en la duela), para reunirse con un viejo colega en Los Ángeles.
Para nadie es un secreto que la relación entre Kyrie y la franquicia de la Gran Manzana no atraviesa su mejor momento, al no aceptar una renovación con el equipo. Por esa razón, se la ha relacionado con el otro equipo neoyorquino, los Knicks, y con los Lakers de LeBron James.
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Recordamos que ambos vivieron grandes glorias como compañeros en los Cavaliers de 2014 a 2016, ganando el único campeonato de la franquicia tras una remontada histórica de 3-1 ante los Warriors de Golden State, en la última campaña de Irving en Cleveland.
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Desde entonces, la carrera del base ha sido de altas y bajas por su conflictiva actitud dentro y fuera de la cancha, lo que le ha costado inestabilidad durante sus estancias en Boston y Brooklyn.
Incluso, la relación LeBron-Kyrie estuvo fracturada hasta 2019, cuando “Uncle Drew” se disculpó con el “Rey” por la manera en que sobrellevó la presión en Cleveland, y que obligó su salida de los Cavs rumbo a los Celtics en el verano de 2016. Hoy parecen estar más que dispuestas a compartir la duela en busca de más éxitos deportivos.
La traba para que Kyrie llegue a los Lakers
El problema para los Lakers está en la postura de los Nets. Se piensa dentro de los círculos de la NBA, que el Gerente General de Brooklyn, Sean Marks, no dejará salir a Irving tan fácilmente. Entre los activos californianos se encuentran talentos como Russell Westbrook
y Anthony Davis.
El primero no sería opción, al ser un jugador con muchas atributos ofensivos (sus triples-dobles y capacidad anotador) pero con falencias de pérdidas escesivas de balón y poca precisión de tiro en momentos clave. En cambio, Davis podría ser la pieza que mantenga a los dirigidos por Steve Nash en la contienda por la reñida Conferencia Este. Cuando está saludable, el gigante de 29 años puede ser un jugador top 5-7 de la NBA con aportación élite en ambos costados de la cancha.
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Ahora sí, dependería de que ambas franquicias lo viesen como un trato viable para competir, y también que los jugadores diesen su visto bueno, ya que en términos salariales podría funcionar (Davis gana 32.74 millones de dólares y Kyrie 33.33). Aparentemente, hay pros y contras en este intercambio que, obviamente, daría una gran sacudida al entorno competitivo de la NBA, que comienza el verano de movimientos y ajustes para la siguiente temporada.
