Cruz Azul viajó a Qatar para pelear un título internacional, pero regresó con algo más que una derrota: regresó con una herida interna que no tardó en salir a la luz. El 2-1 ante Flamengo en el Derbi de las Américas dejó frustración, enojo y, sobre todo, una frase de Nicolás Larcamón que resonó en el vestidor… con Gonzalo Piovi como protagonista involuntario.
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El partido se quebró demasiado pronto. Cuando La Máquina intentaba imponer ritmo, un error en la salida derrumbó todo el plan: Piovi entregó la pelota en zona prohibida, directo a los pies de Giorgian de Arrascaeta, quien clavó el 1-0 al minuto 14. Un golpe emocional que costó levantar.
"Pagamos caro algunos errores que a estos niveles no podemos cometer" 🗣️
— DAZN Fútbol (@DAZNFutbol) December 10, 2025
Nicolás Larcamon tiene muy claro lo que ha penalizado a Cruz Azul 🇲🇽❌#FIFAIntercontinentalCup 🏆 pic.twitter.com/90QsxLGUaV
Cruz Azul, fiel a su estilo, reaccionó con carácter. Jorge Sánchez empató con un gol de jerarquía antes del descanso , pero en la segunda mitad la historia volvió a repetirse. Flamengo presionó, el rebote quedó vivo… y otra vez Arrascaeta apareció tras un rechace que dejó a Piovi expuesto en la jugada del 2-1. Un error que definió el partido y que, al final, le puso nombre a la polémica.
Ya con el partido perdido, Larcamón enfrentó los micrófonos. Serio. Medido. Y directo: “Pagamos caros algunos errores que a estos niveles no podemos cometer.”
No hizo falta decir más. En el vestidor entendieron perfectamente a quién se dirigía la frase. No gritó. No señaló. Pero el mensaje viajó con claridad quirúrgica.
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La voz de Jorge Sánchez… y un vestidor que sintió el golpe
Jorge Sánchez, autor del único gol cementero, habló con una sinceridad que reflejó el ambiente del grupo:
“Triste, veníamos con la ilusión de levantar un trofeo. Nos quedamos con muy poco.”
La decepción deportiva se mezcló con la tensión interna. Y el recado de Larcamón, interpretado como un “ajuste de cuentas” futbolístico hacia Piovi, dejó la sensación de que este duelo no terminó dentro de la cancha… sino después del silbatazo.
