La lucha libre profesional combina espectáculo, atletismo y movimientos espectaculares que atraen a millones de fanáticos en todo el mundo. Sin embargo, ese mismo nivel de exigencia también ha dejado lesiones que marcaron para siempre a grandes superestrellas de la WWE.
Aunque muchos combates solo generan golpes menores, algunas caídas y accidentes han tenido consecuencias graves, incluso obligando a luchadores a retirarse antes de tiempo. Estos casos recuerdan lo duro y riesgoso que puede ser este deporte.
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¿Qué superestrellas sufrieron las lesiones más impactantes?
Beth Phoenix y su mandíbula destrozada
En un combate contra Victoria, la luchadora Beth Phoenix sufrió una fractura en la mandíbula que requirió cirugía y la dejó con parte del rostro permanentemente adormecido. A pesar del dolor, terminó la lucha antes de ausentarse dos meses del ring.
Shawn Michaels y la lesión de espalda que casi lo retira
Durante una lucha de ataúd contra The Undertaker, Michaels cayó de manera aparatosa contra el borde del féretro, lo que le provocó dos discos herniados y daños en otro. Aunque aguantó hasta WrestleMania 14, debió retirarse durante cuatro años por la gravedad del problema.
“Stone Cold” Steve Austin y la fractura de cuello
Uno de los accidentes más recordados ocurrió cuando Owen Hart le aplicó un piledriver a Steve Austin, dejándolo inmovilizado por unos instantes. Aunque volvió a luchar, el daño lo persiguió hasta que en 2003 decidió retirarse definitivamente de los cuadriláteros.
¿Cómo marcaron estas lesiones la historia de WWE?
Cada una de estas lesiones no solo puso en riesgo la salud de los luchadores, también cambió el rumbo de sus carreras y de la propia compañía. Momentos como el retiro temporal de Shawn Michaels o la salida definitiva de Stone Cold Steve Austin son recordatorios de que, detrás del espectáculo, la lucha libre es un deporte de alto riesgo.
Además, estas historias muestran cómo los luchadores de WWE, pese a las adversidades, se convirtieron en ejemplo de resiliencia y entrega para los fanáticos. Sus regresos, aunque dolorosos y en ocasiones breves, consolidaron aún más sus leyendas, demostrando que la lucha libre no solo es espectáculo, sino también sacrificio.