Con la misma velocidad que Alejandra Orozco y Paola Espinosa recorrieron los 10 metros de la plataforma al agua, han pasado ocho años de aquel 31 de julio en el que consiguieron la plata en los clavados sincronizados de Londres 2012.
Alejandra recuerda cómo vivió ese momento, no daba crédito pues “yo no me daba cuenta, yo vivía en una burbuja. No dimensionaba donde estaba, no terminaba de comprender que eran unos Juegos Olímpicos”.
Aunque a los 15 años seguía siendo casi una niña, Ale Orozco se convirtió en inspiración para las generaciones infantiles.
“A veces llegan varios niños y me dicen: yo entré a clavados por ti, porque yo te vi en esa plataforma”, comentó la medallista
Sin embargo el triunfo también le trajo retos muy complejos, ya que muy pronto había colocado un listón muy alto de volver a alcanzar.
“Para muchos una medalla es el final de una carrera, cuando yo prácticamente estaba empezando. Mi historia fue al revés y poco a poco tuve que ir compitiendo a diferentes niveles”.
Cuatro años más tarde no obtuvo ningún metal en los Juegos de Río 2016. Alejandra todavía es muy joven, llegará de 24 años a los Olímpicos de Tokio, el próximo verano. Lo que ya tiene a su favor es la experiencia y madurez mental.
“Y ahora que estoy más grande veo lo que imponen unos olímpicos y lo importante que es portar la bandera de tu país. Llegar a esa plataforma y comprender que tienes gente que cree, que sueña contigo y vive ese momento junto a ti.”
Desde hace un mes, Alejandra Orozco y el resto de los clavadistas de Jalisco han retomado los entrenamientos en alberca.
Por Jorge Pinto