La lucha antidopaje en el deporte tiene su mayor trabajo durante el año en un evento especial, la Tour de Francia, de donde han salido la mayor cantidad de casos positivos de dopaje en el tiempo que lleva de creada la agencia mundial antidopaje (WADA) encargada de perseguir las “trampas”.
Decenas son los casos de doping en las 107 ediciones de la más demandante prueba ciclista mundial, aunque el caso más sonado es el del norteamericano Lance Armstrong, calificado ya como el “deportista más tramposo” de todos los tiempos. Tras conocerse su caso y, posteriormente, haberlo él mismo confirmado, pasó de ser un personaje admirado a convertirse en una figura duramente enjuiciada.
Su historia deportiva y humana había sido, hasta entonces, admirable, tras ganar sus primeras competencias, de triatlón y ciclismo, vencer la terrible enfermedad del cáncer y volver tras ello a la actividad profesional para ganarlo todo, entre ello la Tour de Francia.
Desde antes, el ciclismo ya se había convertido en el deporte más observado por la agencia mundial antidopaje, de hecho, en alguna ocasión los participantes del mismo Tour de Francia, se pusieron en huelga, como protesta a la terrible persecución de la WADA.
Y la historia parece no terminar pues apenas concluyó el Tour este domingo 20 de septiembre, 24 horas después una investigación fue abierta por el Centro de Salud Pública de la Fiscalía de Marsella, según declaró la fiscal Dominique Laurens, refiriéndose al “descubrimiento de varios productos de salud, incluidos medicamentos y, sobre todo, un método que podría ser calificado de dopante”. Por otro lado se afirma una revisión a varios ciclistas del equipo Arkea-Samsic, en el que corre el colombiano Nairo Quintana, según informaciones que publicaron las más reconocidas publicaciones deportivas francesas, el Journal du Dimanche y L’Equipe.
Así pues, queda claro que a la par de la rueda de una bicicleta en cada competencia, va un laboratorio dispuesto a descubrir nuevas sustancias que ayuden a los ciclistas a mejorar su rendimiento.
