Minneapolis, EUA. Barreras de concreto y vallas metálicas se erigen en torno al centro de Minneapolis, donde se encuentra el Estadio U.S. Bank, como parte de la seguridad para el Super Bowl LII del domingo entre los Patriots de Nueva Inglaterra y Eagles de Filadelfia.
La seguridad incluirá a cientos de oficiales de 60 departamentos de policía en todo el estado, 40 agencias federales, 400 miembros de la Guardia Nacional del estado de Minnesota, contratistas privados y unos diez mil voluntarios adicionales entrenados para detectar actividades sospechosas.
Los visitantes también pueden esperar un aumento de patrullas policiales, perros detectores de bombas, helicópteros y oficiales con equipo táctico.
El Departamento de Seguridad Nacional asigna al evento un grado 1 de seguridad, el más alto disponible, debido al amplio alcance nacional e internacional del juego.
El Super Bowl es un “objetivo atractivo” para los terroristas, pero al mismo tiempo el enorme despliegue de seguridad lo hace “menos atractivo” para alguien que quiera lanzar un ataque, según Tim Bradley, experto en seguridad de IMG GlobalSecur.
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