Seúl, Corea. Son Heung-min se encamina a consolidar una exitosa carrera a nivel de clubes en Inglaterra como lo hizo Park Ji-sung en el Manchester United, pero el delantero del Tottenham Hotspur ahora debe mostrar su potencial en el Mundial para convertirse en uno de los mejores futbolistas de la historia de Corea del Sur.
Son anotó 18 goles en todas las competiciones con el Tottenham Hotspur esta temporada, desempeñando un papel clave en la marcha del club londinense a los octavos de final de la Liga de Campeones, las semifinales de la Copa FA y el tercer puesto en la Liga Premier.
Su conciencia posicional y ritmo explosivo le dan al Tottenham potencia desde el sector izquierdo del ataque, y la decisión de gastar unos 30 millones de dólares para ficharlo desde el Bayer Leverkusen en 2015 parece un dinero increíblemente bien gastado.
En el escenario internacional, sin embargo, Son no tiene un elenco tan ilustre con el que trabajar y normalmente se ve maniatado por las defensas rivales, lo que lo obliga a retroceder mucho en busca del balón.
Son, quien ha jugado como único delantero en la selección en varias ocasiones, se desdibuja cuando su equipo no tiene el balón.
El atacante tiene un buen promedio de gol con su selección, donde suma 20 tantos en 61 partidos, pero no ejerce la misma influencia en el juego que Park, cuyas carreras por los flancos dieron opciones en ataque y estabilidad defensiva a los coreanos en tres Copas Mundiales.
Son gozó de su primera prueba mundialista hace cuatro años en Brasil, anotando en la derrota 4-2 ante Argelia en la primera ronda, y estará decidido a ayudar a restaurar su reputación con una buena actuación en Rusia.
Reuters
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