Estocolmo, Suecia. Pocos habrían apostado por ver a la selección sueca de futbol en el Mundial que comienza en junio después de que quedara junto a Francia y Holanda en el mismo grupo clasificatorio de la UEFA, y la cifra seguramente se redujo cuando el bolillero determinó a Italia como rival del repechaje.
Pero el equipo nórdico parece ser una caja de sorpresas y sus integrantes esperan dar otro golpe en Rusia.
El conjunto del DT Janne Andersson superó a Holanda para quedar en el segundo lugar del Grupo A de la eliminatoria y luego a Italia en la repesca. Ahora chocará con Alemania, México y Corea del Sur en el Grupo F de la fase inicial.
Los suecos lograron todo esto sin su máximo artillero de todos los tiempos, Zlatan Ibrahimovic, quien se retiró del futbol internacional después de la Eurocopa del 2016.
Después de la salida de Ibra y del entrenador Erik Hamren, Andersson remodeló al equipo sueco de acuerdo con los fundamentos de la historia futbolística de ese país.
El DT ha enfatizado la importancia del trabajo duro y el espíritu colectivo que hicieron que el equipo nacional fuera subcampeón del mundo cuando el país organizó el Mundial de 1958 y tercero en el torneo de Estados Unidos en 1994.
Suecia está bien armada en defensa, retrocede rápidamente y forma una barrera compacta frente a la portería. Y con el ágil Emil Forsberg en una de las bandas, es capaz de golpear a los rivales con sus veloces contraataques.
Pese a que es un equipo que se siente cómodo con ataques rápidos y poca transición de juego, no es un elenco que abuse de los pelotazos largos. Andersson no tiene ningún problema con que sus dirigidos tengan la posesión y busquen pacientemente la oportunidad de abrir la cancha cerca del área rival.
Las claves para que Suecia tenga un buen desempeño serán el nivel de Forsberg y el regreso del robusto portero Robin Olsen, quien ha prometido “sangre, sudor y lágrimas” para recuperarse de una lesión en el hombro a tiempo y estar en el Mundial.
Aunque no contará con la imponente figura de Ibrahimovic, el equipo nórdico tiene jugadores con la inteligencia suficiente como para pensar que Suecia puede volver a sorprender en Rusia.
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