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El impuesto al refresco: ¿Una medida de salud o una excusa para recaudar?

El próximo año tu refresco favorito será más caro. ¿Es una medida por tu salud o un castigo por tus decisiones? Descubre por qué este impuesto podría ser solo un pretexto para recaudar más.

Impuesto al refresco
El impuesto al refresco: ¿Una medida de salud o un castigo fiscal?|FIA.
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Déjenme decirles que estoy escribiendo esta opinión mientras tomo un refresco de 300 ml. No soy adicta al azúcar ni tomo estas bebidas todos los días, pero a veces, después de un largo día de trabajo, se me antoja. Y resulta que este antojo me va a costar más caro para el siguiente año. ¿Por qué? Porque el gobierno decidió castigarnos con más impuestos por elegir lo que queremos consumir.

El nuevo Paquete Económico 2026 viene con varias propuestas, pero una de las más polémicas es el aumento al IEPS en productos como refrescos, cigarros, videojuegos y apuestas. El argumento es “proteger la salud de los mexicanos”. Suena bonito, pero en la práctica es un impuesto disfrazado de buena intención.

Refrescos aumentarán de precio para el 2026, ¿por qué?

Por ejemplo, el impuesto a los refrescos—incluso light o “cero azúcar” subirá de 1.64 a 3.08 por litro. Así que si hoy pagas 36 pesos por un refresco, prepárate para pagar 38.45. ¿Y ese dinero extra se irá a programas contra la obesidad o a mejorar el sistema de salud? No. No hay una sola línea en el presupuesto que lo garantice.

Al cuestionar a la presidenta en su conferencia mañanera sobre la razón de este tipo de impuestos, contestó que “tiene que ver con la salud de las y los mexicanos"; sin embargo, es solamente un impuesto disfrazado de política de salud porque no hay programas o fondos específicos para tratar las enfermedades que preocupan tanto al gobierno.

Lo mismo con el tabaco. El aumento de impuestos será de hasta un 200% en algunos casos. Y aunque hay quien aplaude esta medida, seguimos sin ver campañas reales para combatir el tabaquismo o planes que realmente funcionen. Solo más dinero recaudado.

No se trata de fomentar el refresco ni el cigarro

Y antes de que se me echen encima, no estoy defendiendo el consumo de refresco ni de cigarro. Si no que defiendo algo muy simple: la libertad de decidir. Y cuando el Estado empieza a meterse con tus decisiones personales —por mínimas que parezcan— bajo el argumento de que “es por tu bien”, es un foco rojo, pues esto solo podría seguir sucediendo en los siguientes años.

Porque una cosa es fomentar la salud pública con información, prevención y programas efectivos. Y otra muy distinta es castigar económicamente al ciudadano por elegir lo que quiere consumir. Si el objetivo del gobierno fuera genuinamente la salud de los mexicanos, veríamos campañas, educación, atención médica, medicamentos que tanto hacen falta en todo el país… no solo una subida de precios. Incluso eliminaron programas clave como el de obesidad y la secretaría de Salud enfrenta un recorte de -3.2% en 2026 respecto a 2025.

Así que la próxima vez que compres un refresco, fumes un cigarro, apuestes o juegues un videojuego que tenga “violencia”, recuerda: no solo estás satisfaciendo un gusto, estás pagando un castigo disfrazado de impuesto.

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