Una nueva prohibición se cierne sobre la fiesta brava pero ahora en Guadalajara, Jalisco donde por decisión del juez Luis Alberto Márquez Pedroza hoy las actividades taurinas están paralizadas en la capital jalisciense afectando miles de trabajos.
Incluso la corrida de despedida del legendario rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza tuvo que suspenderse.
Se trata del amparo promovido por la agrupación animanaturalis la cual no midió el nivel de afectación económica con la suspensión provisional a la tauromaquia.
Actividades taurinas fueron pausadas en la Monumental Plaza de Toros México en 2022
A la par, ha pasado un año y medio desde que el juez prohibicionista Jonathan Bass paralizó la fiesta brava en la Monumental Plaza de Toros México. Será la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la que tenga la última palabra.
El próximo año la Suprema Corte de Justicia de la Nación definirá si las corridas de toros pueden celebrarse en la Ciudad de México.
En estrados electrónicos se anunció que, en sesión privada, la Segunda Sala decidió atraer el asunto para definir la legalidad de la suspensión otorga a la organización Justicia Justa que alega que la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos de la capital, que permite las corridas de toros, viola el derecho a un medio ambiente sano, además de denunciar maltrato animal.
SCJN tendrá la última palabra sobre el destino de la fiesta brava
Fue en mayo de 2022 cuando un juez otorgó una suspensión a la ONG que impide que la Plaza de Toros pueda ofrecer espectáculos taurinos, entonces la empresa “Diversiones y Espectáculos ETM” acudió a la Corte para que sea el máximo Tribunal del país el que resuelva.
La prohibición de la fiesta taurina solo afecta a la Plaza de la Ciudad de México; sin embargo, ante el precedente, algunos estados como Nayarit buscaron en 2022 declarar a la fiesta taurina y las peleas de gallos como patrimonio cultural inmaterial del estado de Nayarit.
A pesar de eso, la Segunda Sala resolvió que los estados no pueden nombrar a la tauromaquia como patrimonio y reconoció que tanto la “fiesta taurina” como las “peleas de gallos” conllevan, inherentemente, a la agonía y sufrimiento de animales sintientes e incluso su muerte”.
