Un ganadero recibió una multa de 5 mil 500 euros, es decir, poco más de 130 mil pesos, por haber matado accidentalmente a 25 sapos que habrían muerto electrocutados en Cataluña, España.
De acuerdo con medios internacionales, los hechos ocurrieron en San Juan de las Abadesas, un pueblo en Gerona, una ciudad en Cataluña, España, donde el ganadero instaló un alambrado eléctrico para que sus animales no salieran de la finca en la que vive.
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Sin embargo, la cerca eléctrica quedó muy cerca del suelo, donde un grupo de 25 sapos murió electrocutado, por lo que las autoridades ambientales intervinieron e impusieron una sanción al ganadero que realizó la instalación.
De acuerdo con la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, al ganadero solo se le debe imponer una multa de 3 mil euros, pero se le sumaron 100 euros más por cada uno de los sapos que murió electrocutado.
Sanción por la muerte de los sapos provoca molestia
La decisión de imponer la multa de 5 mil 500 euros contra el ganadero por la muerte de los sapos provocó molestia en el sindicato Unió de Pagesos, un grupo de ganaderos, que consideró que la multa fue desproporcionada, agregaron los medios internacionales.
No sabía que eran animales de tanto valor, lamentó Albert Vilalta, el propietario sancionado.
El hijo del ganadero que recibió la sanción explicó que las bandas eléctricas se colocaron “para atorar a las vacas, no para matar a los sapos”. Además, los ganaderos se manifestaron por la multa y generaron polémica entre los habitantes del pueblo.
Raquel Serrat, Responsable de Mujeres y Medio Rural de la Unió de Pagessos, puso en duda la causa de la muerte de los 25 sapos, ya que mencionó que no se les practicó una necropsia. También defendió que “no ha sido un acto voluntario; ha sido un accidente”.
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