Hoy en Venezuela es común que te detengan por lo que tienes en tu celular. Quedas en la mira del régimen solo por lo que escribiste en tu WhatsApp. Los militares están parando a la gente en plena calle, no para pedirle papeles, sino para revisar qué tienen en sus teléfonos.
Buscan memes, audios, textos, cualquier mensaje que indique que alguien se atrevió a criticar el régimen de Maduro y si lo encuentran, te conviertes en traidor y te puede pasar lo que le ocurrió a una doctora venezolana que hace unos días fue condenada a más de 30 años de prisión.
La doctora Marggie Orozco se transforma en otra víctima de la "delación comunitaria" en #Venezuela. Resumimos en esta imagen su indignante caso pic.twitter.com/Bazgd5iBha
— LabPazVe (@LabPazVe) November 17, 2025
El delito: Una opinión política en un chat de WhatsApp
Su delito fue mandar un mensaje de voz a sus amigos, a sus vecinos pidiéndoles que votaran en contra de Maduro porque ella está convencida de que es el culpable del desastre económico que hay en Venezuela. 30 años por un mensaje.
No por un arma, no por un golpe de Estado, no por un homicidio, no por un secuestro. A ella la encarcelaron por una opinión, su chat, una sentencia, su palabra, una condena. Y esto no es nuevo. Ya lo hemos visto antes. Hoy las dictaduras no solo encarcelan cuerpos, encarcelan ideas .
Primero te vigilan, luego te exhiben y al final te usan de ejemplo para sembrar terror, porque los dictadores no castigan por justicia. Castigan para callar, para ella, el Gobierno lo ve como una simple condena. 30 añitos, nada más. ¿Qué es eso? No para el resto de la ciudadanía su mensaje.