Hace 40 años pescadores de Palmar de Cuautla en Nayarit solicitaron al gobierno la construcción de un canal de 40 metros de ancho y dos de profundidad que permitiera el paso de agua hacia pueblos tierra adentro a fin de incrementar su pesca. Esta decisión fue un error.
El avance del mar fue tal que comenzó a erosionar la costa, debilitando por debajo el sostén de 147 hogares. Ahora es conocido como el pueblo que se hunde.