La presa Cerro Prieto pasó de ser “la obra del siglo” en el año 1984, a convertirse en un desierto en este 2022; se ubica en el municipio de Linares, en Nuevo León y en donde antes había agua, hoy es puro desierto, es la desolación y en medio de la sequía, las reses intentan pastar y también tiene que adaptarse a vivir sin agua.
Tras ser la principal fuente de abastecimiento del Área Metropolitana de Monterrey, su vida útil se terminará en cuestión de horas: según el anuncio oficial, la última ración se la extraerán a más tardar este viernes.
El embalse está a solamente al 0.5 por ciento de su capacidad.
La presa Cerro Prieto fue la pieza estratégica del plan hidráulico, que Alfonso Martínez Domínguez, gobernador de Nuevo León de 1979 a 1985, construyó para traer agua a la región que tenía casi un siglo en sequía, salvo cuando pegaron contados huracanes.
Tras su inauguración, la sed colectiva se sació: vinieron años de jauja y hasta de despilfarro y así transcurrieron las décadas de los años 80, los 90, los 2000, los 2010, y llegamos al 2022.
El mismo Martínez Domínguez fue visionario cuando advirtió que se tuviera cuidado con dos circunstancias:
“Hay agua, habrá agua, Monterrey tiene agua, ganamos la batalla del agua hasta el año 2010-2020 si la usamos razonablemente y si no crecemos desmesuradamente, Monterrey no debe crecer más allá de tres y medio, cuatro millones de habitantes, de lo contrario volverá a haber una crisis tremenda de agua”, indicaba en aquellos años.
Esta presa fue la más grande del país en su momento y la que más costó: 33 mil millones de pesos, por cierto, esta era la reflexión del exgobernador.
“El agua es vida o muerte, si no hay agua, si Monterrey no hubiera resuelto su problema de agua, la gente hubiera tenido que emigrar, desempleos, cierre de empresas. Se hubiera acabado la ciudad y se hubiera venido el colapso”, decía el exgobernador.
Sin embargo, el tiempo nos alcanzó, y la presa Cerro Prieto, ya seca, es parte de la historia.
Vandalizan tanque de agua en Monterrey
Uno de los tanques que abastece de agua a la Zona Norponiente del Área Metropolitana de Monterrey en Nuevo León fue vandalizado y averiado por vecinos en un intento por conseguir algo de líquido.
Se trata del tanque San Martín, de acuerdo con Juan Ignacio Barragán, director de Agua y Drenaje de Monterrey, los daños provocaron problemas de suministro en la zona, que ya de por sí es una de las más golpeadas por la crisis hídrica.
Las consecuencias en el abastecimiento fueron calificadas como serias por parte de Barragán, quien estimó que las reparaciones queden listas durante éste miércoles.
