Con invierno presente y el descenso de las temperaturas , las enfermedades respiratorias comienzan a circular con mayor facilidad. En México, la temporada de influenza estacional 2024-2025 ya registra un aumento considerable de casos, superando los dos mil. Según la Secretaría de Salud, se han confirmado 2,494 casos positivos y lamentablemente, 12 defunciones. Ante esta situación, es crucial tomar medidas preventivas para proteger nuestra salud y la de nuestros seres queridos.
¿Cuáles son las zonas más afectadas por la influenza estacional?
El reporte de la Secretaría de Salud señala que las entidades con mayor número de contagios son Nuevo León, Ciudad de México y Puebla, en orden descendente. Además, se ha identificado que el subtipo viral de mayor circulación es la influenza A (H3N2), representando el 67.7% de los casos. Los grupos de edad más afectados son los adultos mayores de 65 años y las personas entre 25 y 29 años, lo que subraya la importancia de la prevención en todas las etapas de la vida.
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¿Cómo diferenciar la influenza de otras enfermedades respiratorias?
Cabe mencionar que la influenza se distingue por la intensidad de sus síntomas, que suelen aparecer de forma repentina. Entre los más comunes se encuentran fiebre, tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolores musculares, dolor de cabeza y fatiga. En algunos casos, especialmente en niños, pueden presentarse vómitos y diarrea. Es importante no confundirla con un resfriado común, cuyos síntomas son generalmente más leves y de aparición gradual.
¿Qué medidas podemos tomar para prevenir el contagio?
Afortunadamente, existen diversas medidas que podemos implementar para reducir el riesgo de contraer influenza:
- Vacunación: La vacuna anual contra la influenza es la principal herramienta de prevención. Se recomienda a todas las personas mayores de 6 meses vacunarse cada temporada.
- Higiene: Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón durante al menos 20 segundos, usar gel antibacterial a base de alcohol si no hay agua disponible, evitar tocarse la cara con las manos sucias, cubrirse la boca y nariz al toser o estornudar, y limpiar superficies de contacto frecuente son prácticas clave.
- Distanciamiento social: Evitar el contacto cercano con personas enfermas y mantener una distancia prudente en lugares públicos ayuda a disminuir la propagación del virus.
- Estilo de vida saludable: Dormir bien, mantenerse activo físicamente, manejar el estrés, beber suficientes líquidos y llevar una alimentación balanceada fortalecen el sistema inmunológico.
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¿Qué hacer si presentamos síntomas?
Es importante tener en cuenta que, si experimentas síntomas de influenza, especialmente si perteneces a un grupo de riesgo, es fundamental consultar a un médico. El profesional de la salud podrá evaluar tu situación y recomendar el tratamiento adecuado.
