Al morir la esposa de Marcos, su hermana Rebeca va a vivir con él para cuidar de su hijo Patricio y ayudarlo en la farmacia. Rebeca acosa a Patricio, haciendo que Marcos le pierda la confianza y lo corra de la casa acusándolo de haberle robado dinero de la farmacia. La intercesión de San Marcos les dará la luz que necesitan para sanar las viejas heridas.