Alegando agresiones, fraude y enriquecimiento injusto, el boxeador Devin Haney demandó este viernes a Ryan García y a la promotora Golden Boy, con lo que lleva el caso de su pelea de abril a lo legal, buscando justicia en el evento que terminó como NO CONTEST.
Devin Haney y Ryan García pelearon el 20 de abril en el Barclays Center, de Brooklyn en donde el extrovertido boxeador ganó, sin olvidar que no llegó en peso, pagando multas, además se tomó una cerveza en el pesaje y estudios indican que tenía en su organismo la sustancia Ostarine , que ayuda a mejorar el rendimiento.
Por ese hallazgo, la pelea se convirtió en NO CONTEST y Ryan está pagando una suspensión de un año y multas.
Pero Haney no está conforme, y espera hacer justicia a su favor, pues su carrera entró en un bache y cree que todo lo realizado por el rival y la promotora, están incurriendo en un fraude.
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Haney, quiere justicia por los daños provocados por Ryan García
El peleador Devin Haney, y su abogado, Pat English, acotan que hubo transgresiones cometidas por Ryan, mostrando su poco profesionalismo.
“Devin es un profesional consumado y Ryan García no ha mostrado ningún respeto por sí mismo, el negocio o el deporte. Devin es el rostro del boxeo porque ha desafiado a la franquicia de muchas maneras. Trabajando con múltiples promotores, cruzando los límites entre los medios de comunicación y ahora está desafiando el uso de sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento. Esto es por bien del deporte”, expone Boxing Scene.
El tema que exponen de fraude, es por los documentos firmados en el contrato, en el que los boxeadores aceptan llegar limpios y en peso.
Agrega que si Haney y su equipo, hubieran estado enterados de la situación de García y el uso de sustancias prohibidas, no habrían seguido con el combate de 140 libras, en la que Ryan lo tiró tres ocasiones y terminó siendo el ganador por decisión mayoritaria.
Explican que Devin Haney, producto de estos actos premeditados, “sufrió de lesiones físicas, daños en su reputación que pueden ascender en millones de dólares y un daño mental y emocional”.