El siempre auténtico Javier Aguirre, nominado al Premio The Best a Mejor Entrenador del Año, volvió a dejar una joya de declaración fiel a su estilo. El técnico mexicano, uno de los más respetados del continente, aseguró entre risas que, si llega a ganar el prestigioso galardón, “me pierdo tres días, no aparezco”. Una frase que ya encendió a los aficionados y que refleja la personalidad desenfadada del Vasco, quien compite con figuras como Mikel Arteta, Luis Enrique, Hansi Flick, Enzo Maresca, Roberto Martínez y Arne Slot.
La nominación llega después de un año brillante para Aguirre, quien conquistó la Concacaf Nations League y la Copa Oro como entrenador de México. Para él, este reconocimiento representa una validación a tres décadas de trabajo y, sobre todo, un homenaje a su familia:
"Me sorprendió mucho. Es una satisfacción. Mi familia lo merecía por su apoyo", dijo el entrenador.
El Vasco y su impacto en el futbol mexicano
Aguirre reconoce que el futbol mexicano recibe críticas constantes, pero su nominación es un espaldarazo para toda la región Concacaf. “Para nuestro futbol es importante este logro. No hemos conseguido grandes cosas, y nadie en Concacaf. Ahora viene el Mundial y ahí estará el foco”, señaló en esa misma charla.
El técnico, que se encamina a su tercera Copa del Mundo como seleccionador (2002, 2010 y 2026), repasó también su legado en México: campeón con Pachuca, ganador de Concachampions con Monterrey y tres títulos con la Selección. Aun así, reconoce que “nadie es profeta en su tierra”, aunque afirma sentirse querido y respetado por la mayoría de los aficionados.
¿Quién gana el The Best? Aguirre elige a sus favoritos
Sobre quién debería levantar el premio, el Vasco lo tiene claro: “Me fascina el futbol de Arteta con el Arsenal… y Luis Enrique también me encanta. Es un tipo con el que puedes hablar de cualquier cosa”.
Por ahora, Aguirre está completamente enfocado en la Selección Mexicana, aunque no cierra la puerta a un último baile en LaLiga: “Mi esposa y yo lo pensamos, pero nunca se sabe”.
Si al final el jurado mundial lo reconoce como el mejor entrenador del planeta, ya sabemos qué pasará:
El Vasco desaparecerá… y México entero celebrará con él.
