Trece meses después el suizo Stanislas Wawrinka, poseedor de tres títulos del Grand Slam y que llegó a ser el tercer jugador del mundo, regresó a la competición, en el Masters 1000 de Montecarlo, donde perdió en primera ronda ante el kazajo Alexander Bublik.
El kazajo ganó por 3-6, 7-5 y 6-2 a un adversario que mantuvo el tipo hasta el final y al que no le aguantaron las fuerzas.
No resistió la exigencia Wawrinka que impuso su talento al principio, aunque decayó con el paso de los minutos hasta ser superado por un rival con el que nunca antes había coincidido.