Los Dodgers de los Angeles cumplieron 31 años sin poder levantar un Trofeo de Serie Mundial de la MLB. El útimo campeonato lo lograrón en 1988, cuando derrotaron a Oakland en cinco juegos, con lo que pudieron levantar el Trofeo del Comisionado.
Mucha de la afición de los Dodgers asegura que esta sequia se debe a una maldición por robarle la Serie Mundial a los Atléticos Oakland cuando claramente estos últimos eran un mejor equipo según su alineación. Los de Oakland contaban con el cubano José Canseco, Mark McGwire y Rickey Henderson.
En el primer juego los angelinos tomaron ventaja. En la parte baja de la novena entrada los Dodgers estaban abajo en el marcador 2-3, Kirk Gibson conectó un cuadrangular con Mike Davis en base, ante la súper estrella, el cerrador de Oakland Dennis Eckersley. Los Dodgers no volverían a contar en esa Serie Mundial con Gibson por lesión, pero tenían a Orel Hershiser en el montículo, quien aportó dos triunfos para ganar la serie en cinco juegos y el sexto campeonato de Grandes Liga.
Con seis trofeos, uno en Brooklyn y cinco en Los Ángeles, la franquicia de los Dodgers es la quinta más ganadora en la historia de Grandes Ligas, detrás de Yankees de Nueva York, los Cardenales de San Luis, Boston y Gigantes de San Francisco, pero les pesa esa maldición de 31 años que ni siquiera con Clayton Kershaw han podido romper.
