Una cita especial, diferente, con ese aroma tradición y donde, por supuesto, la historia volverá a ponerse en juego. Rafael Nadal y Novak Djokovic pisaron por primera vez la hierba de Wimbledon, donde a partir de la próxima semana lucharán, como principales favoritos del cuadro, por el triunfo del tercer Grand Slam de 2022.
Rafael Nadal volvió a pisar la hierba de Wimbledon tres años después. Esa que bien conoce, por haber sido aquí dos veces campeón, pero de la que ha estado apartado los últimos años, uno por el Covid-19 y otro por preservar su cuerpo. La presencia de Nadal en el All England Club fue una de las grandes atracciones de la jornada y la mayoría de voluntarios del complejo se acercaron para ver entrenarse al español.
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Suele decirse que las primeras rondas de un Grand Slam nunca son sencillas, pero esto alcanza un estatus superior cuando hablamos de un torneo como Wimbledon 2022. La hierba fresca de las jornadas iniciales dificulta enormemente los apoyos, hace que todo se iguale y dota de una peligrosidad enorme a esos jugadores que llegan con ritmo competitivo y tienen una facilidad natural con esta superficie.
Las dificultades que presenta Wimbledon
Abundarán estos perfiles fuera de los 32 cabezas de serie, que quedarán expuestos a auténticos bombas de relojería en un sorteo que podría ser muy cruel para algunos de los mejores. Los nombres que aparecen con más facilidad son los de Nick Kyrgios y Andy Murray. A una lista de candidatos al triunfo cabe sumar a Matteo Berrettini, finalista en 2021 y reciente campeón en Queen’s. Por último, mencionar a Hubert Hurkacz, que el pasado domingo derrotó a Daniil Medvedev, número uno de la ATP, en la final de Halle.
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Después de varios años en la brecha, aquí volveremos a las dos grandes leyendas en la primera línea de carrera. Novak Djokovic y Rafael Nadal, cada uno por un lado del cuadro, haciéndonos soñar con una posible final entre ambos.
