El quarterback de LSU (Universidad Estatal de Louisiana), Joe Burrow acaba de ganar el trofeo Heisman que lo acredita como el ‘Mejor jugador de todas las universidades en Estados Unidos’. Un honor que han conseguido otros jugadores notables como Lamar Jackson, Baker Mayfield y Kyler Murray en los últimos años.
Burrow tuvo los números para ganar el galardón: fue líder del Futbol Colegial con 48 touchdowns, tuvo más de 4700 yardas y llevó a LSU a ser el primer sembrado en los playoffs. Todo esto lo hizo Burrow en apenas su segundo año, en la universidad que le dio su segunda oportunidad en la NCAA ya que en Ohio State (otra universidad de gran nombre y reputación) nunca logró hacerse del puesto de titular.
En lugar de abandonar su sueño, como muchos lo hacen, Burrow apostó por sí mismo y decidió irse a LSU sin saber si sería titular. De ser un suplente pasó a ser el mejor QB del país que ahora está proyectado para ser el primer jugador elegido en el próximo NFL Draft en 2020.
9 gets a lot of credit, but his OL has done a tremendous job in protection all year. @LSUfootball OL are the best pass protectors in the nation. @JoeMooreAward #EyesOnOLine pic.twitter.com/zHHuSYcotg
— Duke Manyweather (@BigDuke50) December 13, 2019
Lo que hace salivar a equipos, scouts y coaches de NFL sin embargo, no son sus números ni sus logros, sino sus intangibles.
Todo el que ha estado cerca de Burrow en los últimos dos años, no tiene más que admiración por las cualidades humanas de Joe. Cualidades que normalmente comparten los grandes líderes en la historia del futbol americano; tales como humildad, compañerismo, liderazgo, empatía y solidaridad. Para comprobarlo basta ver lo que provocó el discurso que dio en la ceremonia en la que ganó el Heisman.
Joe, dijo que su causa con la comunidad donde nació y creció (Atenas, Ohio) es para que todos los niños tengan recursos para ir a la escuela, cuenten con útiles escolares o comida para que puedan seguir atendiendo sus clases en sus primeros años de vida. Fue tan conmovedor el discurso de Burrow, que al día siguiente, se recibieron donaciones por más de cien mil dólares en las organizaciones donde más apoya el quarterback de LSU.
Hablando del campo, de sus atributos, quizá el mayor de ellos sea la calma que tiene a la hora de pararse en la bolsa de protección, pocas veces se ve precipitado y eso es algo rarísimo para un tipo de 23 años, tiene un brazo decente, no es el más potente pero eso nunca es garantía de éxito.
Tiene precisión, lanza con anticipación y tiene buen toque; pero una vez más, a pesar de sus récords, trofeos y reconocimientos, todos los que creen que va a destacar en la liga, aseguran que será más por su persona que por su talento. Si es el caso o no, se probará en dos o tres años, aunque ahora mismo parece que apostarle en contra a Burrow sería una mala idea.
Por: Pedro Domínguez
No. 9
— LSU Football (@LSUfootball) November 30, 2019
Joe Burrow pic.twitter.com/q00BGBPfr8
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