El delantero portugués Cristiano Ronaldo está en el centro de una controversia disciplinaria que podría costarle el inicio de lo que ha confirmado será su último gran torneo internacional: el Mundial 2026. La estrella del Al Nassr recibió la primera tarjeta roja de su extensa carrera con la selección de Portugal, un incidente que ha disparado las alarmas en el cuerpo técnico justo en la recta final de las eliminatorias.
El suceso ocurrió en el minuto 61 del partido ante la República de Irlanda, un encuentro que finalizó con una derrota por 2-0 para los portugueses. Inicialmente, la amonestación fue con tarjeta amarilla por un aparente codazo sobre el defensa Dara O'Shea. Sin embargo, tras la revisión del VAR, la decisión fue escalada a tarjeta roja directa por conducta violenta.
La FIFA es ahora el juez que decidirá qué tan costoso será este exabrupto en Dublín para el capitán y para los planes de Portugal en la ruta hacia Estados Unidos, México y Canadá.
La suspensión obligatoria del partido ante Armenia
Lo que está fuera de toda duda es que la tarjeta roja directa conlleva la suspensión obligatoria de un partido. Por lo tanto, Portugal no contará con Cristiano Ronaldo en el encuentro de las Eliminatorias al Mundial contra Armenia, programado para el 16 de noviembre.
Este partido representa uno de los momentos más delicados para la selección dirigida por Roberto Martínez. Un simple empate o una victoria frente a Armenia le aseguraría a Portugal el liderato del grupo y, con ello, su boleto directo a la fase final del Mundial. Sin embargo, una derrota en ausencia de su máximo goleador podría relegarlos al segundo lugar, abriendo la puerta al repechaje europeo.
El código disciplinario de la FIFA y el riesgo de tres partidos
La duración definitiva de la sanción a Cristiano Ronaldo dependerá enteramente del Comité Disciplinario de la FIFA, que no tiene una fecha fija para emitir su fallo, aunque históricamente estas decisiones suelen conocerse al inicio del mes siguiente.
Según el Código Disciplinario de la FIFA, la sanción estándar por una tarjeta roja es de un partido, pero la naturaleza de la infracción permite una escalada. El reglamento estipula que una sanción de "al menos dos partidos por juego brusco grave" puede ser impuesta. Más aún, la normativa es más severa si la acción se considera "agresión, incluyendo codazos, puñetazos, patadas, mordidas, escupitajos o golpes a un oponente", lo que podría derivar en un castigo de tres partidos.
Si Portugal consigue la clasificación directa sin necesidad de pasar por el repechaje, el escenario más probable, la suspensión se trasladaría a la fase final del Mundial 2026. En este caso, si la FIFA opta por los dos o tres partidos de castigo, Cristiano Ronaldo se vería forzado a perderse la primera y, potencialmente, la segunda jornada de la fase de grupos.
