En Argentina miles de trabajadores, sindicatos y movimientos de izquierda salieron a las calles de Buenos Aires para exigir salarios más altos, un alto al desempleo y prestaciones por pobreza, en un intento por hacer frente a la alta inflación que ha afectado el poder adquisitivo de los argentinos.
Las manifestaciones de sindicatos y grupos de desempleados tenían lugar en medio de una prolongada crisis financiera y luego de una inflación del 7,4 por ciento en julio, la cifra mensual más alta en 20 años.
Dina, Secretaria de la Unión de Trabajadores, dijo que en Argentina el privilegio de tener alimento sobre la mesa, era solo para unos cuantos:
“Hoy en Argentina es un privilegio comer. Es decir, un derecho tan fundamental para las familias, especialmente para muchas mujeres cabeza de familia, que hoy no pueden ni siquiera garantizar la leche diaria para sus hijos. En Argentina hay muchos problemas”.
Dina / Sria. Unión de Trabajadores:
Desde los movimientos populares estamos planteando que hay que avanzar con un salario básico universal, un ingreso que al menos acabe con la indigencia en Argentina”.
Argentinos protestan por inflación y bajos sueldos
Los manifestantes exigen al presidente Alberto Fernández que respalde amplios aumentos de salario en línea con la inflación y que aumente los subsidios sociales.
Los manifestantes portaban pancartas denunciando la crisis económica y pidiendo mayor seguridad social. Los manifestantes quieren que el dinero que financia la deuda externa se gaste en los más pobres de Argentina.
Ramón Luque, Secretario de la Federación del Papel, dijo que hiperinflación está asfixiando a los argentinos:
“Uno de los principales problemas es la hiperinflación que estamos viviendo desde hace un tiempo a raíz del pago del Fondo Monetario Internacional, al que nos oponemos, se refleja en la falta de empleo, no hay empleo, los salarios no alcanzan, aumentos permanentes de precios, y una gran inseguridad en la Argentina. Todo esto ha llevado al movimiento obrero argentino a estar hoy en las calles”.
El gobierno de la tercera economía más grande de América Latina selló un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en marzo para reprogramar unos 44 mil millones de dólares en deuda, que viene con objetivos económicos, incluida la reducción de la inflación.
