Tokio.- La inflación subyacente de Japón se desaceleró a su menor ritmo en unos dos años en junio, mostraron datos el viernes, lo que aumentó la presión sobre el Banco de Japón para que entregue más estímulos y pueda cumplir su meta de un 2 por ciento.
El índice subyacente de precios al consumidor, que incluye a los productos del petróleo pero excluye los precios de los alimentos frescos, subió un 0.6 por ciento en junio respecto al año previo, en línea con la mediana de estimaciones de analistas.
La medición de la inflación que excluye los efectos de los costos volátiles de los alimentos y la energía, que es seguida de cerca por el Banco de Japón (BoJ, por su sigla en inglés) para medir cuánto de la fortaleza de la economía se ha traducido en alzas de precios, ganó un 0.5 por ciento en junio respecto al año previo.
Los datos sugieren que el banco central aún tiene mucho por hacer para lograr su elusiva meta de inflación de un 2 por ciento, en momentos en que una disputa comercial entre Estados Unidos y China está desacelerando la economía global y presionando a la economía del país, dependiente de las exportaciones.
Autoridades del BoJ han dijo que están listas para inyectar un mayor estímulo si la economía se deteriora, sumándose a la Reserva Federal al dar señales de que podrían adoptar pronto una política monetaria más expansiva.
El gobernador del BoJ, Haruhiko Kuroda, sin embargo, mantuvo el miércoles su visión optimista de la economía, sugiriendo que no ve la necesidad inmediata de fortalecer las medidas de estímulo.