Santa Fe, Texas, 18 mayo.- Un estudiante que entró el viernes a una escuela secundaria de Texas y mató a 10 personas, incluidos algunos compañeros, planeaba poner fin al ataque con su suicidio, pero en su lugar se rindió a la policía, dijo el gobernador estatal, Greg Abbott.
Estudiantes dijeron que el asaltante abrió fuego en una clase de la Escuela Secundaria Santa Fe poco antes de las 08:00 hora local (1300 GMT) del viernes y que huyeron presos del pánico tras ver a compañeros heridos y escuchar una alarma antiincendios que provocó una evacuación total.
Se trata del episodio más reciente de una serie de tiroteos mortales en escuelas estadounidenses. En febrero fueron abatidos 17 alumnos y educadores en una escuela secundaria de Parkland, Florida, en una matanza que avivó el antiguo debate que vive el país sobre la tenencia de armas.
En el ataque del viernes también resultaron heridas 10 personas, dijo Abbott en una conferencia de prensa, agregando que el agresor usó una escopeta y un revólver calibre 38 que cogió a su padre. “No solo quería perpetrar el tiroteo, sino que quería suicidarse después”, dijo Abbott, citando una revisión policial de los diarios del sospechoso. “No tuvo el coraje para suicidarse”, agregó.
El gobernador dijo que hay otras dos personas bajo custodia. No identificó al supuesto agresor ni a los otros dos. El nombre de uno de los detenidos es Dimitrios Pagourtzis, de 17 años, según reconoció más tarde la policía de Santa Fe. También se encontraron dispositivos explosivos en la escuela -localizada a unos 48 kilómetros al sureste de Houston- y fuera del campus, tuiteó el sheriff del condado de Harris, Ed Gonzalez. “Las autoridades están en el proceso de retirarlos con seguridad”, comentó.
La policía estaba registrando dos casas y un vehículo relacionados con el sospechoso, donde hallaron múltiples artefactos explosivos caseros, indicó Abbott.Courtney Marshall, una estudiante de 15 años, dijo que el agresor entró disparando en su clase. “Quería cuidar de mis amigos, pero sabía que tenía que salir de allí", afirmó Marshall, agregando que vio al menos una persona abatida. “Sabía que el chico que estaba detrás de mí estaba muerto”.
Orlando González dijo que su hijo Keaton, de 16 años, escapó del ataque, pero que uno de sus amigos resultó herido de bala. “Estaba muy preocupado, no sabía qué pasaba (...) casi no podía manejar”, señaló Gonzalez. “Imagino por lo que está pasando (...) Sigue asustado”.
El colegio tiene 1.462 estudiantes, según datos del departamento federal de educación. El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que la nueva masacre escolar es “absolutamente horrible”."Mi Gobierno está resuelto a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para proteger a nuestros estudiantes, proteger nuestras escuelas y mantener las armas fuera de las manos de aquellos que representan una amenaza para sí mismos y para otros”, dijo Trump en la Casa Blanca.
