El apoyo de los votantes del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, creció en tres puntos porcentuales desde el mes pasado, mientras que la aprobación de su rival, Luiz Inácio Lula da Silva, se mantuvo estable antes de las elecciones de Brasil en octubre, según mostró este jueves 18 de agosto una encuesta de la encuestadora Datafolha.
En la última encuesta, Lula recibió un 47 por ciento de apoyo de los votantes:
“Porque si hay alguien que está poseído por el diablo, ese es Bolsonaro. Es un mentiroso como nunca he visto mentir a nadie”.
Frente al 32 por ciento de Bolsonaro, en comparación con el 47 por ciento y el 29 por ciento, respectivamente, en julio:
“Nuestro país respeta la vida desde su concepción”, es uno de los lemas de Bolsonaro.
En una posible segunda vuelta entre los dos candidatos, agregó la encuesta, Lula regresaría al cargo con el 54 por ciento de los votos frente al 37 por ciento de Bolsonaro.
Lula, un candidato de izquierda y expresidente brasileño, ha visto cómo su ventaja se reduce cada mes desde los 29 puntos que tenía en diciembre, según la encuesta, aunque para algunos brasileños, las encuestas cada vez son menos confiables; así lo aseguró Eleila Martínez: “En mi opinión, estas encuestas no son confiables; en mi opinión, no lo son”.
Encuestas rumbo a la presidencia muestran ventaja de Lula sobre Bolsonaro
En Río de Janeiro, Ricardo Ismael, un local, dijo que no confiaba en los resultados de la encuesta porque cree que Bolsonaro finalmente será reelegido en la segunda vuelta.
Ricardo Ismael / Analista político:
El presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro y su retador de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva lanzaron formalmente sus campañas el martes (16 de agosto) para las elecciones más polarizadas de Brasil en décadas en octubre”.
El presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro y su retador de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva lanzaron formalmente sus campañas el martes (16 de agosto) para las elecciones de octubre, las más polarizadas de Brasil en décadas.
La carrera enfrenta a un populista nacionalista con una agenda respaldada por conservadores cristianos contra un ex líder sindical y presidente del país durante dos mandatos (2003-2010) que fue encarcelado por corrupción hasta que se anularon sus condenas.
