Por estas vías hace años dejó de pasar el tren, hoy son ruta de migrantes en Tabasco.
“Solo puro pie he venido, sobre las vías del tren y aquí estamos gracias a Dios”, expresa Jorge Luis Sandoval, migrante de Nicaragua.
Todos ellos entraron a Tabasco por la villa San Manuel del municipio de Huimanguillo, colindante con el estado de Chiapas.
Voz de migrantes
Una localidad que ha visto crecer el flujo de migrantes centroamericanos, quienes escogen esta ruta creyendo que por aquí es menos probable que los atrape migración.
“Nosotros venimos huyendo de nuestro país, porque está difícil la situación y todos los días le venimos pidiendo a Dios que nos cuide y nos guarde, así como todos mis amigos que vienen emigrando. A ellos no los conozco, a ellos los acabo de conocer ahorita, me entiendes, pero igual ellos llevan el mismo destino que yo, vamos a cumplir nuestro sueño americano, vamos para arriba”, agregó Jorge.
“Nosotros tenemos que buscar cómo hacernos a un lado de ellos, tenemos que buscar una salida, el objetivo es llegar hasta arriba sin ser tocados”, comentó Ariel Rosales, migrante hondureño.
No siempre lo consiguen, pues ya también por esta ruta se realizan operativos para evitar la migración irregular.
Crece paso de migrantes
El paso de migrantes por el estado de Tabasco se ha incrementado; de acuerdo con autoridades estatales, en conjunto con instituciones federales se ha realizado el aseguramiento de unos 20 mil extranjeros, en su mayoría centroamericanos en lo que va del año.
Por ello, los migrantes buscan las rutas menos vigiladas aunque sean al mismo tiempo las más peligrosas.
“La verdad que han tenido muchos asaltos, los asaltan, les quitan su dinero, sus celulares”, reconoce Manuela Cadena, delegada de villa San Manuel.
Pero aunque se queden sin dinero y pasen días sin comer, para ellos no es opción darse por vencidos.
“Uno arriesga todo por todo, sin saber lo que le puede pasar en el camino, porque usted sabe Dios tiene un propósito para cada persona, y él le va a permitir a uno llegar hacia dónde va, porque aquí uno va expuesto, la moneda está en el aire”, dice al despedirse José Neri Serrano, migrante hondureño.
