Los perros son considerados como el mejor amigo del hombre, son capaces de aprender trucos y obedecer a sus dueños, pero ante la ausencia de estos animales en un campamento en el Ártico ruso, un grupo de mineros decidió adoptar a una osa polar cachorra.
Aunque parezca difícil de creer, la osezna llegó sola y con buenas intenciones, hasta el campamento ubicado en la isla Bolshevik, la cual forma parte del archipiélago de Severnaya Zemlya.
Según medios internacionales, la pequeña osa polar quedó huérfana y llegó hasta el campamento atraída por el olor a la comida. Cuando los hombres la encontraron, decidieron alimentarla y darle cuidados para que sobreviviera a las duras condiciones del invierno ártico.
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Lo que estos obreros pensaron era que el animal se quedaría algunas horas o un par de días; sin embargo, estuvo varios meses en el campamento y se acostumbró a estar con ellos, parecía gozar de la compañía humana.
En un video compartido en redes sociales, se observa que la osa polar juega arriba de una escalera y parece buscar algo en una ventana. Al bajar, se acerca a uno de los hombres y lo acaricia, tal como lo hacen los perros con sus dueños.
Los cuidados de los mineros salvaron la vida de la cachorra
Pero la relación tuvo que llegar a su fin, porque los mineros dejaron sus puestos de trabajo y abandonaron la isla, no sin antes dejar protegida a la osezna y avisar a las autoridades de su presencia.
“Nuestra única esperanza era que los obreros dejaron un vertedero abierto, por lo que existía la posibilidad de que la cachorra se alimentara de él durante semanas”, contó a medios internacionales Andrey Gorban, director del zoológico Royev Ruchei, que ayudó a rescatar al animal.
Gorban afirmó que si los mineros no la hubieran cuidado y alimentado, la osa polar probablemente no hubiera sobrevivido, pues no tenía a su madre para que la protegiera.
“Los mineros le salvaron la vida, la cachorra no tenía oportunidad alguna de sobrevivir. Para bien o para mal, alimentaron a un animal en peligro de extinción y con ello lo domesticaron”, detalló el director del zoológico.
Debido a este contacto que el animal hizo con los humanos, la osa perdió la capacidad de valerse por sí misma, por lo que las autoridades la trasladaron al zoológico de Moscú, donde permanecerá en cuarentena hasta que pueda ir a un hogar definitivo.
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