En medio de una transmisión oficial sobre las elecciones municipales en Venezuela, el dictador Nicolás Maduro, fue captado intentando ocultar discretamente un reloj de lujo mientras hablaba ante las cámaras. El hecho fue evidenciado en un video que rápidamente comenzó a circular en redes sociales, generando indignación entre sectores críticos del régimen.
Durante la mesa de discusión, mientras gesticulaba con las manos, el mandatario venezolano dejó al descubierto un llamativo accesorio que colgaba de su muñeca izquierda. La escena fue registrada en video y, según se aprecia en las imágenes, el reloj sería un Rolex Day-Date 40 en platino.
Maduro intentó por ocultar su Rolex
En el momento en que el presidente se percata de que el reloj se ve claramente, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, lo alerta con una mirada. En respuesta, Maduro mueve las manos y ajusta su chamarra para cubrir la pieza, aunque ya era demasiado tarde.
Cuando le avisan de @NicolasMaduro que esconda su reloj.
— Bárbara Tijerina (@bartije) July 28, 2025
Vía : @bertrandmyd pic.twitter.com/DbX5cIlAl9
A lo largo del video, incluso llega a esconder la mano debajo de la mesa mientras dirige la atención hacia el fondo de la sala, mencionando un árbol y el paisaje visible tras él, en un intento evidente por desviar la cámara.
¿Cuánto cuesta el reloj de Nicolás Maduro?
Según el sitio oficial de la marca suiza, el modelo Rolex Day-Date 40 en platino tiene un valor de 72,900 dólares, lo que equivale a más de 1.3 millones de pesos mexicanos al tipo de cambio del 28 de julio de 2025.
“La esfera azul glaciar es una firma exclusiva y discreta de un reloj Rolex de platino. Rolex utiliza platino, el más noble de los metales para el más prestigioso de los relojes”, indica la página oficial de la marca.
El escándalo ha generado fuerte rechazo, sobre todo por la crisis económica y social que enfrenta Venezuela, donde millones de ciudadanos lidian con pobreza extrema, escasez de alimentos y servicios básicos colapsados. La imagen del reloj de lujo en la muñeca de un líder autoritario, que durante años ha denunciado supuestas agresiones económicas del “imperialismo”, profundiza la indignación ciudadana.
