Más de 200 niños están hospitalizados debido a que ingirieron, sin saberlo, comida preparada en su jardín de niños, los cuales fueron preparados con pintura que contenía plomo en China, con el fin de aumentar la matrícula de alumnos.
Se trata del plantel Heshi Pixin Kindergarten en la ciudad de Tianshui. El director de la escuela y el patrocinador permitieron que el personal de la cocina usara pigmentos de pintura para teñir la comida para los infantes, de acuerdo con un reporte divulgado el martes 8 de julio de 2025 por el gobierno de la ciudad y compartido por la televisora estatal CCTV.
¿Cuántos niños se intoxicaron con plomo en China?
De los 251 alumnos del jardín de niños, al menos 233 tuvieron niveles anormales de plomo en la sangre, según el reporte oficial. Todos reciben tratamiento médico y 201 de ellos están actualmente hospitalizados. Los menores envenenados con plomo pueden sufrir varios daños a largo plazo y en su desarrollo.
Las investigaciones muestran que al menos dos muestras de comida preparada en el jardín de niños; un pastel de dátiles rojos para el desayuno y una banderilla de salchicha, superaban por 2 mil veces la norma local para contaminación de plomo.
Las autoridades hallaron en el plantel la pintura y encontraron que esta contenía plomo, además de que el empaque reveló que era tóxico y no para su uso en alimentos.
¿Por qué agregaron puntura a la comida en el jardín de niños en China?
Un oficial del gobierno de la ciudad de Tianshui declaró a la cadena CCTV que el director y el patrocinador del jardín de niños tenían la intención de “atraer más alumnos y aumentar las ganancias” por medio de la comida colorida.
El informe gubernamental no detalló por cuánto tiempo los niños recibieron la comida contaminada con plomo, aunque padres entrevistados por la televisión local afirmaron que sus hijos presentaron signos anormales en salud y en su comportamiento desde hace varios meses.
¿Qué es el plomo y qué provoca?
El plomo es un metal tóxico que afecta el sistema cardiovascular, neurológico, hematológico, el aparato digestivo y los riñones. Los menores de edad son los más vulnerables a los efectos neurotóxicos y hasta los niveles más bajos pueden causar daño irreversible, explica la Organización Panamericana de la Salud.
En niños, este metal puede generar problemas de comportamiento, así como daños permanentes en el cerebro y sistema nervioso, que deriven en convulsiones, pérdida del control muscular y coma, según el Departamento de Salud de Texas.
Cuando entra al cuerpo, el plomo se distribuye hasta alcanzar órganos como el cerebro, el hígado, los riñones y los huesos.
