Cd. de México.- La Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero indicó que los efectos del COVID-19 han pegado con mayor fuerza a la economía de las mujeres así como a sus derechos humanos.
Reconoció que también se han multiplicado las acciones de violencia intrafamiliar debido a los procesos de confinamiento por lo que las defensorías de los derechos humanos deben estar alertas a intervenir para poner un alto a la situación.
Sánchez Cordero participo en el conversatorio “Derechos Humanos de las mujeres: Retos ante el COVID 19” organizado por el Senado de la República. La funcionaria señaló que aunque no se vean de manera inmediata los efectos de este problema en el corto plazo, se debe trabajar para ponerle un alto, pues de lo contrario este seguirá aumentando de manera grave.
“Las mujeres en esta pandemia han sido mucho más propensas a perder su empleo o a recibir salarios menores, e incluso a tener que trabajar sin salario alguno porque les ha pegado el tema económico en forma verdaderamente fuerte. Aunado a lo anterior está el tema de la violencia doméstica de las que han sido víctimas las mujeres y las niñas durante este periodo de confinamiento. Por eso es fundamental que la estrategia en materia de derechos humanos se ponga en el centro de las poblaciones vulnerables entre las que están las mujeres y más las mujeres migrantes y las mujeres indígenas”.
Destacó la titular de gobernación que el problema no es de ahora, sino se agravó con la pandemia. Se trata de un pendiente al que el Estado le debe dar una respuesta inmediata y restituir los derechos plenos a las mujeres del país.
“El reto del cumplimiento tangible en el derecho de las mujeres es una cuenta pendiente durante esta nueva normalidad y debe saldarse a través de la obtención de mejores resultados. La nueva normalidad no será nueva si continuamos reproduciendo un sistema de roles de género y de violencia machista. Estamos aprovechando este momento para hacer un llamado para que el Estado constitucional y democrático de derecho deje de ser únicamente una estructura formal en permanente construcción para ser un Estado que escuche y empodere, incluya y dote a las mujeres de las herramientas para hacer justiciables sus derechos”.
