Ni siquiera la pandemia causada por el covid-19 fue suficiente para detener a un hombre, que responde al nombre de Juan Manuel Ballestero. Originario de Argentina y navegante de mares, emprendió un increíble viaje a falta de vuelos.
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Hace unos tres meses, Juan Manuel se puso una meta: Llegar a casa de sus padres, viajando desde España a Argentina sin un transporte aéreo, y volver a verlos de cerca en medio de la crisis sanitaria.
El hombre de 47 años que, estuvo 85 días en una agotada travesía, llegó a la ciudad que lo vio nacer, Mar de Plata. En medio de una tormenta y tras una prueba de coronavirus que lanzó un resultado negativo, pudo bajar a tierra firme para encontrarse con sus padres, Nilda y Carlos, de 82 y 90 años respectivamente.
He logrado (aquello por) lo que estuve luchando estos últimos tres meses. Se resumía a esto, a estar con la familia, por eso vine
Aunque en un principio su meta era estar en Argentina el 15 de mayo para festejar los 90 años de su padre, por dificultades esto fue imposible. Sin embargo, el destino hizo de las suyas y logró que Juan pasara el Día del Padre con el hombre que le dio la vida.
Durante la travesía escuchaba que moría gente por día, a miles, mientras él estaba en el medio de la naturaleza viendo que el mundo continuaba, había delfines y ballenas… y la humanidad pasando por este momento.
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También fue un viaje en el que su familia estuvo alrededor de 54 días sin tener noticias de él; afortunadamente, siempre se mantuvieron con la seguridad y esperanza de que llegaría sano y salvo a su destino.
