Un 12 de noviembre de 1651 nació Juana de Asbaje y Ramírez Santillana, conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, así que para conmemorar su natalicio 372 te dejamos a continuación las mejores frases y poemas de la dramaturga novohispana más importante de Iberoamérica.
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Sor Juana Inés de la Cruz estaba muy interesada en la ciencia pero su habilidad para la poesía causó inovación entre la literatura de esa época. La también conocida como “Décima Musa” contó con una pluma prodigiosa, pues escribía poesía por encargo para que pudiera estudiar en el convento.
Desde muy pequeña siempre estuvo interesada por el conocimiento, por ejemplo, a la edad de siete años, y al enterarse de la Universidad de México, pidió a su madre que la enviara a estudiar allá, pero solo obtuvo su negativa. Desde entonces se consoló leyendo los libros de su abuelo y, poco a poco, fue estudiando gramática.
A lo largo de los años fue reconocida como escritora, aunque ella misma declaró que siempre escribió por encargo.
Sor Juana Inés de la Cruz cuenta con obras de teatro, como Los empeños de una casa (1683) y Amor es más laberinto (1689); autos sacramentales como El divino Narciso (1689) y abundante poesía.
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A continuación te presentamos algunas de las mejores frases que se encuentran en sus obras.
- “En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas? ¿En qué te ofendo, cuando sólo intento poner bellezas en mi entendimiento y no mi entendimiento en las bellezas?”
- “Constante adoro a quien mi amor maltrata; maltrato a quien mi amor busca constante”.
- “Para todo se halla prueba y razón en qué fundarlo; y no hay razón para nada, de haber razón para tanto”.
- “No estudio por saber más, sino por ignorar menos”.
- “La más brillante de las apariencias, puede cubrir las más vulgares realidades”.
- “Siempre tan necios andáis que con desigual nivel a una culpáis por cruel y a otra por fácil culpáis. ¿Pues cómo ha de estar templada la que vuestro amor pretende, si la que es ingrata ofende y la que es fácil enfada?”
- “Detente, sombra de mi bien esquivo, imagen del hechizo que más quiero, bella ilusión por quien alegre muero, dulce ficción por quien penosa vivo”.
- “Este amoroso tormento que en mi corazón se ve, sé que lo siento, y no sé la causa por qué lo siento”.
- “Salgan signos a la boca de lo que el corazón arde, que nadie, nadie creerá el incendio si el humo no da señales”.
