Los volúmenes adicionales de la Presa Madín generados durante la época de lluvias, se utilizarán para aumentar el abasto de agua potable a la Ciudad de México y la Zona Metropolitana, afectadas por la sequía.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) y la Comisión de Aguas del Estado de México (CAEM), anunciaron este martes que se coordinarán para aprovechar las extracciones de control en esta presa, ubicada en los límites de los municipios de Naucalpan y Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
Se tiene previsto que en el periodo comprendido entre el 1 de abril y el 31 de octubre, se utilizará el agua que se desfoga de este embalse, para potabilizarla y suministrarla a la población.
Dicho desfogue se realiza habitualmente para brindar mayor seguridad, tanto a la infraestructura de la presa, como a la población que se encuentra aguas abajo de la presa durante la temporada de lluvias.
De esta manera, además de garantizar los niveles de seguridad, la medida también permitirá utilizar un volumen adicional de 500 litros por segundo, que serán distribuidos de manera equitativa entre los municipios del Estado de México y las alcaldías del oriente de la Ciudad de México.
Según los funcionarios, la extracción no implicará que haya menos abasto para Atizapán, Tlalnepantla y Naucalpan, que se surten de la Presa Madín, sino al contrario:
“No reduciremos el agua a los municipios que actualmente son abastecidos, también se incrementará la oferta”, aseguró Víctor Bourguett Ortiz, director general del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México de Conagua.
Y agregó que a la par, se realiza un plan para el saneamiento y manejo integral de la cuenca, con el cual se verán beneficiados los municipios que la componen.
La Conagua anunció la construcción de una planta de tratamiento en la Presa Madín, la cual se sumará a otra que ya existe en la zona. Se prevé que la obra esté lista a mediados de 2022.
Vecinos inconformes
Se espera que estas acciones ayuden a enfrentar la sequía que afecta al Valle de México.
Sin embargo, algunos están en contra de que se extraiga agua de la presa: “Una obra así sería una invasión al ecosistema, y hablando exclusivamente del agua, creo que se tendría que dividir y repartir entre muchísima más gente”, afirma Rolin Mora, vecino de la presa.
La Presa Madín abastece a unos 200 mil habitantes del Estado de México, y se espera que con la nueva planta de tratamiento, la cifra pueda duplicarse.
