El tamal y sus orígenes: ¿Quién lo creó y cuál fue la primera receta?

El tamal es uno de los platillos favoritos de los mexicanos, se puede comer en cualquier momento del día y existen una cantidad incalculable de puestos que venden este delicioso platillo pero conoces quién lo creó o cuál fue la primer receta de este alimento.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), existen unas 500 recetas a base del tamal original en todo México, que derivan en unas 3 mil o 4 mil preparaciones, según costumbres familiares, invenciones y adaptaciones.

Los tamales son un platillo que se remonta a la época prehispánica de México, se dice que eran un alimento para las grandes fiestas, también se preparaban para agradecer la fertilidad de la tierra, en cualquier evento y como ofrenda a los muerto, según la SEDER.

El cronista Fray Bernardino de Sahagún menciona en su libro Historia General de las Cosas de Nueva España que los mexicas crearon el tamal para ser colocados en altares como ofrenda a sus deidades como Xilonen, la diosa del maíz tierno y Huitzilopochtli, el dios de la guerra.

En las cercanías del volcán de Colima, los investigadores Colunga y Daniel Zizumb del Instituto de Investigaciones Antropológicas UNAM, encontraron tamales preparados con hojas del árbol del tamal, nuestros ancestros hacían una masa de maíz y lo envolvían en esta hoja , lo cocían en fogón o una hoguera de leña y los rellenaban con espiga, hongos, pollo, calabaza y chile.

Con la llegada de la Conquista Española el tamal fue adaptándose y complementando su fisonomía e ingredientes como la manteca y carne de cerdo.

México es mágico y sumamente creativo esto dio origen a una gran cantidad de sabores del tamal como de mole, rajas, salsa verde, oaxaqueños, dulce, solo por mencionar algunos. La SEDER reveló que hay creencias respecto a la elaboración de este alimento, las cuales son:

• Para que los tamales queden “bien”, es necesario persignar la masa
• Mientras se preparan los tamales se debe cantar para que no salgan agrios.
• Si hay alguna persona “hambrienta” o que esté llorando en la casa, debe salirse porque sino quedan crudos los tamales.
• Cuando los tamales están “haciéndose del rogar”, es decir, tardan en cocerse, se debe patear o zarandear la vaporera.
• Una embarazada no debe hacer tamales porque quedan “pintos”, esto quiere decir partes cocidas y partes crudas, y si participa en la preparación debe atarse un listón rojo alrededor del vientre.
• No se debe abrir la vaporera, durante la cocción porque se encelan y quedan “pintos”.