La triste historia de Jerry conmocionó a millones de personas, pues es un cachorro que fue sometido a múltiples pruebas debido a un problema de gases.
De acuerdo con la información, una mujer gastó miles de pesos en veterinarios, porque su esposo culpó al perro de sus flatulencias.
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Una mujer embarazada salió disparada a la calle tras percatarse de un olor realmente fuerte y asqueroso durante la cena. Como vio que su esposo también hizo una cara de molestia, supuso que tenía razón cuando le dijo que el perro se había echado una flatulencia.
Preocupada por el olor tan potente y espantoso, como se describió, que además era constante, llevó al perro con el veterinario ya que pensó que podría estar enfermo. El esposo tras ver esta situación, decidió permanecer callado porque moría de la vergüenza.
Tenemos un perro, Jerry. Es un amor absoluto y lo amo mucho. Yo creí que algo andaba mal con él porque el olor era como a huevos podridos. El veterinario estaba extremadamente confundido y ordenó un montón de pruebas que costaban mucho. Todas las pruebas mostraron que el perro estaba bien
El veterinario recomendó un cambio en la dieta, pero nada solucionaba el problema, toda esta situación le provocó ansiedad y comenzó a desmoronar su matrimonio, pues ella solamente pensaba en lo que ocurría con el perro.
Al ver la situación, su esposo reveló la verdad y todo terminó en una separación.
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Lo eché de la casa y fue a quedarse con sus amigos. No le importaron los gastos ni las visitas al veterinario, ¿se necesita un ataque de pánico total y un colapso mental para decir la verdad? Si le es tan fácil mentir durante tanto tiempo, ya no confío
