El civismo se define como una actitud positiva que deberían observar todos aquellos ciudadanos de una comunidad y que consiste en el cumplimiento de las obligaciones que se presentan para con la comunidad a la cual pertenece.
El civismo supone la observación de unas pautas mínimas de comportamiento social que son las que permitirán que los seres humanos podamos vivir en colectividad. Las bases que propone esta conducta social son el respeto hacia el prójimo, hacia el entorno natural, los objetos y las instituciones públicas, la buena educación, la urbanidad y la cortesía.
Estos son algunos ejemplos de civismo:
- No arrojar papeles ni basura en el piso.
- Ayudar a sus pares cuando se sucede algún hecho que complica a alguna región de la comunidad en la cual vive.
- Preocupándose por aquellos que no encuentran posibilidades para desarrollarse en los niveles profesional y personal.
- El cumplimiento de la obligación de votar en aquellos países en los cuales el voto resulta ser obligatorio, lo más importante es que se encuentre comprometido con un pensamiento de elegir aquella opción que se considere más adecuada para garantizar la unión y prosperidad del lugar en el cual habita.
Aquellos que demuestren capacidad para convivir en sociedad respetando y considerando siempre al otro se podrá decir de ellos que viven de acuerdo a la propuesta fundamental del civismo.