Cuando comenzó la temporada de la Fórmula 1 había un gran obstáculo para la salida de Max Verstappen de Red Bull, más allá de su situación contractual: El arrollador nivel del auto de las bebidas energéticas.
Todos partían de la premisa de que el actual mejor piloto de la categoría querría estar en el mejor auto disponible, y ese era el RB20. Sin embargo, con el pasar de los grandes premios, McLaren ha logrado reducir esa diferencia a niveles inesperados, mientras que Mercedes y Ferrari también han incomodado el liderato de Red Bull.
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A la par, la tensión ha crecido en Milton Keynes, pues temen que la escudería color papaya pueda arrebatarles el título de constructores, lo que sería un duro golpe para el equipo en donde milita el mexicano Checo Pérez. Y mientras el jefe Christian Horner pide calma, el asesor Helmut Marko le echa leña a la situación, asegurando que al padre de Max, Jos, le agrada mucho más el dirigente de las flechas plateadas, Toto Wolff, que su homólogo en Red Bull, el señor Horner.
“A su padre Jos Verstappen le gusta mucho más Toto que Christian Horner. Pero Max está centrado en ganar el campeonato con el equipo”, dijo, en medio de los rumores que señalan que el piloto neerlandés estaría viviendo su penúltimo año en Milton Keynes.
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¿Hubo pláticas entre Mercedes y Verstappen en Mónaco?
Sin embargo, descartó que ya existan pláticas entre ambas partes, como en su momento se rumoró durante el Gran Premio de Mónaco pasado.
“No hay muchas cafeterías en Mónaco, así que es natural que la gente se cruce de vez en cuando”, justificó el asesor, quien finalmente prefirió concentrarse en lo que puede hacer Red Bull para retomar su mejor forma. “Tenemos que mirar hacia adelante. En 2026 cambiará el reglamento y nadie sabe quién tendrá un motor competitivo.”
