En el papel, el Gran Premio de Las Vegas debería ser uno de los más espectaculares y esperados del calendario. Pero para los equipos será un dolor de cabeza, y podría ser el más accidentado del año.
A 10 días de que rueden los autos en la “Ciudad del Pecado”, hay una gran preocupación entre los equipos de Fórmula 1. Y es que las temperaturas han bajado drásticamente en las últimas semanas y se espera que para el fin de semana del Gran Premio ronden los 8 grados Celsius, lo que convertiría a esta carrera en una de las más frías en la historia de la categoría.
¿Por qué preocupa la temperatura para el GP de Las Vegas?
Los neumáticos de la Fórmula 1 actuales están diseñados para ofrecer su máximo rendimiento en altas temperaturas. Esto es, alrededor de los 80 grados Celsius. Los equipos utilizan unas mantas calentadoras que permiten poner las gomas cerca de los 70 grados, y el resto del trabajo lo debe hacer el piloto sobre la pista.
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Sin embargo, con las bajas temperaturas que habrá en Las Vegas el próximo fin de semana, se complicará en sobremanera poner las llantas en la temperatura ideal, lo que podría desencadenar una serie de accidentes, pues si los neumáticos no están los suficientemente calientes los autos tienen muy poco agarre y en consecuencia el riesgo de derrape al llegar a las curvas es muy alto.
Una buena forma de calentar los neumáticos es a través de las curvas rápidas. La mala noticia es que Las Vegas tiene muy pocas curvas de velocidad y sí una recta muy larga (la del Strip), que únicamente apoya el enfriamiento de las gomas.
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Finalmente, hay que resaltar que el asfalto del GP de Las Vegas será nuevo en su mayoría, por lo que la pista estará muy verde. Esto tampoco beneficia al grip de los autos, pues sabemos que este va de la mano de la cantidad de goma que van dejando los vehículos conforme van pasando.