Hoy, Sebastián Córdova anhela el despegue de su carrera y la irrupción en la escena internacional. Para lograrlo, existe sólo un camino: la explotación de sus habilidades, esas que él mismo describe: “Mi técnica, mi capacidad de estar dentro del juego y poder resolver al momento”. Si resuelve en Tokio 2020, Europa lo espera.
Mientras el mundo debate en torno a la probabilidad de que los Juegos Olímpicos de Tokio se lleven a cabo este año o sean cancelados definitivamente, el futbol mexicano no renuncia al sueño de emular lo realizado en Londres 2012 (la Selección Azteca subió a lo más alto del podio).
Al tratarse de una justa que limita la edad para el deporte más popular del planeta, las aspiraciones de los participantes aumentan. Asistir no sólo los pone frente a la posibilidad de colgarse un metal; les da la oportunidad de ser descubiertos por algún club de la élite en busca de talento por desarrollar.
Entre las decenas de jóvenes que se perfilan para competir en la capital japonesa, se encuentra el jugador del América, Sebastián Córdova, identificado como uno de los elementos cuya estadía en la Liga BBVA MX está cerca de concluir.
“Creo que sí depende de cómo nos vaya en el grupo. Si nos va bien a todos, nos va bien a cada quién. Vamos a trabajar en equipo y ojalá sea un trampolín a Europa, nosotros vamos a hacer lo nuestro y, a quien le vaya bien, que le vaya bien, de corazón”, dijo el volante azulcrema, en entrevista con Azteca Deportes.
La referencia grupal hace alusión al combinado nacional sub-23, dirigido por Jaime Lozano y con el que Córdova se prepara para el Preolímpico de Concacaf, a disputarse en Guadalajara entre el 18 y el 30 de marzo. Si todo sale como él planea, ese intervalo podría ser la antesala del torneo que cambie su vida por siempre.
La Selección Mexicana puede ser su catapulta, pero el futbolista de 23 años tiene en su club un vínculo con el viejo continente. Según contó, la reciente llegada de Santiago Solari al banquillo americanista lo ha acercado —en las formas— a lo que se acostumbra del otro lado del charco.
“Como lo dijo Jorge (Sánchez), uno de mis amigos en América: es lo que uno quiere, estar allá, y nos traen la escuela de Europa, te das cuenta de cómo trabajan, de cómo tienes que ser para estar allá. Creo que estamos agarrando un poquito de ventaja en esto. Me siento muy cómodo y es pura exigencia con Solari”, aseveró el ’17' emplumado.
Aunque el estratega argentino ha alabado el desempeño de Córdova durante múltiples conferencias de prensa, no fue el primero en Coapa que notó algo especial en el mediocampista. Años atrás, uno de sus primeros entrenadores supo que tenía ante sí a un muchacho distinto.
“Yo, a Córdova, lo conozco desde los 15 años, llegó y era muy chiquito, le decían el ‘Chícharo’ y creció físicamente. Siempre mostró muy buena calidad técnica, empezó a mejorar mucho su pierna inhábil, ha crecido demasiado y la verdad es que yo lo visualizo, en muy poco tiempo, en Europa”, comentó Guillermo Huerta, quien fuera entrenador de fuerzas básicas en ‘el nido’.
Recientemente, ‘Memo’ —como le conocen los centenares de pupilos a los que dirigió— dejó su puesto en América; sin embargo, carga consigo las hazañas de quienes lo llevaron a ser reconocido como uno de los mejores formadores del futbol mexicano.
“Córdova marcaba mucha diferencia. Por su manera de tocar el balón, se veía un jugador muy completo. No estaba al nivel, estaba arriba. Tú veías un partido de la sub-20 con él y decías: ‘este chico no es de sub-20, es de Primera División’, por las condiciones que tiene. Física y tecnicamente era impresionante”, recordó.
